Redacción Alabrent
Un reciente artículo aparecido en Vogue Business titulado “¿Puede la impresión digital aliviar las disrupciones de la cadena de suministro?” analiza la tendencia de traer de vuelta a la zona EMEA las operaciones principales de fabricación, algo que durante un breve periodo de tiempo se adoptó como medida provisional para mitigar las dificultades generadas por la economía de la pandemia. Ahora, esta tendencia parece formar parte ya de una estrategia más amplia para la viabilidad operativa a largo plazo, así como en términos de resiliencia, valor y velocidad.
Aunque los elevados costes de la mano de obra se han utilizado durante mucho tiempo para justificar la fabricación en el extranjero, la volatilidad de las cadenas de suministro, las complicaciones y los costes del transporte marítimo, los aranceles, la inestabilidad sociopolítica percibida y otros factores (por ejemplo, la proliferación de tecnologías de automatización que requieren menos mano de obra para operar) han convertido la relocalización en una propuesta práctica, rentable y, en definitiva, más segura.
Según este artículo, «la impresión digital es capaz de optimizar la producción para las marcas de moda a través de un proceso de “nearshoring”, una estrategia de externalización que permite la fabricación bajo demanda de ropa y textiles. En el pasado, este tipo de tecnología se empleaba como alternativa a la serigrafía en la estampación de camisetas. Actualmente, el sector de la impresión digital está detectando la oportunidad de orientar sus innovaciones hacia el conjunto de la industria de la moda y de resolver, de paso, las demoras en la cadena de suministro».
Puede que este hecho represente una novedad para algunos, pero los que nos dedicamos al mundo de la moda y el textil hemos sido testigos de primera mano de esta tendencia. Efectivamente: las motivaciones económicas de acercar la fabricación al consumidor final (la entrega inmediata que elimina la necesidad de grandes existencias y cadenas de suministro vulnerables, la capacidad de reaccionar a las tendencias de los consumidores en tiempo real, el aspecto ecológico de un proceso racionalizado y la mitigación de factores externos problemáticos) están detrás de la KornitX Global Fulfiller Network, un sistema que externaliza la producción acercándola de una manera efectiva a cada mercado.
Buena parte de nuestros socios y clientes están transformando sus negocios adoptando una estrategia de relocalización de sus operaciones, incluso en mercados muy regulados y de alto coste que, a primera vista, no parecerían ser emplazamientos lógicos para la producción. Sin embargo, las tecnologías de producción eficiente y bajo demanda han logrado que estos modelos sean muy rentables.
Uno de los aspectos más destacados de los modelos de producción textil y de moda localizados y a bajo demanda es que la estrategia es totalmente modular, es decir, que puede reproducirse para mitigar el riesgo, potenciar la agilidad y la versatilidad operativa y ofrecer rentabilidad en cualquier lugar. Tal vez no haya un socio de Kornit que ejemplifique mejor esta propuesta que Fashion-Enter, una empresa que utiliza sistemas de producción de Kornit tanto DTG como directo a tejido para concienciar, empoderar y satisfacer las necesidades de marcas y minoristas del Reino Unido en términos de consolidación y de ambición.
Que sean capaces de hacerlo en el entorno de la ciudad de Londres, la cuna de alta gama de la misma Revolución Industrial, demuestra que el eslogan “Make It British” puede significar también «fabricado de manera sostenible, con calidad superior, en cualquier cantidad, sin limitaciones, con un gran nivel de excelencia y, sobre todo, de hacerlo siempre de manera rentable».
Sean cuales sean los retos planteados, lo cierto es que estas tecnologías transformadoras han aportado una solución en tiempos de necesidad. En los últimos cuarenta años, los avances tecnológicos han permitido obtener beneficios destacados en aspectos como la mitigación de la pobreza, la mejora de la asistencia sanitaria y el bienestar; también hemos asistido a la revolución de las formas de comunicación (y de compra), al aumento de nuestra calidad de vida y a muchos avances más. En su momento, por una simple cuestión económica, los fabricantes decidieron resolver sus problemas trasladando sus operaciones a lugares lejanos, donde tanto la mano de obra como el espacio eran baratos y abundantes; pero ahora, aquellos comprometidos con el desarrollo de tecnologías de producción sostenibles, eficientes, altamente automatizadas y versátiles han hecho que el retorno de las operaciones se haya convertido en una estrategia sea más rentable que nunca. La dinámica impredecible de los mercados globales, así como los riesgos y las complicaciones que hemos visto en los últimos años, han forzado a los responsables de las empresas a adoptar esta estrategia sensata.
Kevin Nolan, CEO de GE Appliances, sintetizó a la perfección la situación en un reciente artículo de Bloomberg: «Siempre he defendido que esto es economía pura y dura: la gente se va a dar cuenta de que el ahorro que pensaron que obtenían (gracias a la deslocalización de las operaciones) no es real, y que la producción será más eficiente y barata si se hace aquí».
Si tiene interés en obtener más información sobre cómo puede llevar a su mercado doméstico sus operaciones de producción de moda, prendas de vestir, artículos para el hogar u otros productos textiles y fabricar a nivel nacional, o si necesita ayuda para construir una iniciativa para lanzar una operación exitosa en su propia comunidad, póngase en contacto con Kornit Digital hoy mismo y le ayudaremos a poner esta estrategia en marcha.