Javier López
Todo empezó en la drupa de 2016. Cuando la división Actega de Altana adquirió la tecnología Nano-Metallography™, inventada por Benny Landa, el fundador de Landa Group. Un año después nació Actega Metal Print, con el objetivo de innovar en el sector con una nueva tecnología de metalización sostenible que destaca por reducir significativamente la cantidad de material, desperdicio y costes para crear adornos decorativos de gran calidad.
Ahora, después de cuatro años de desarrollo, llega el momento de que la tecnología Ecoleaf seduzca al mercado y se expanda por el mundo. Su futuro a tenor de lo visto, se intuye tan brillante como el resultado que produce la solución. La conclusión vino de la mano de Paolo Grasso, director de ventas: “Es un game changer”.
“Ahora la prioridad es estabilizar el proceso de Ecoleaf. Sabemos que tenemos una tecnología disruptiva y vamos a centrarnos primero en el mercado de las etiquetas. Los segmentos de las etiquetas y flexo tienen un gran potencial actualmente, pero en el futuro a medio plazo exploraremos fórmulas para desarrollar nuevas aplicaciones”, asegura Jonathan Plenz, director de Actega Metal Print. Con esta premisa, el sector de las etiquetas para botellas y belleza y sanidad, se posiciona como uno de los más relevantes para la compañía.
Aunque Ecoleaf ya funciona a pleno rendimiento y tiene a la compañía All4Labels Global Packaging Group como cicerone –es la primera que ha adaptado la tecnología en sus procesos y la utiliza desde 2020–, uno de los objetivos ahora para la compañía es recibir feedback para ir moldeando la solución a las necesidades del mercado. “Muchas de las ideas vienen de los próximos clientes, que sugieren mejoras y nuevas utilidades a nuestra ingeniería. El intercambio de información con ellos es fundamental. La otra cara de la moneda son los consumidores: cada vez más quieren tocar el packaging y sentir sensaciones. Eso lo podemos crear: somos flexibles, somos adaptativos”, asegura Harald Jasper, chief operation officer de la compañía. Paolo Grasso también es optimista con el grado de penetración de la tecnología: “Creemos en el efecto dominó, estamos seguros de que Ecoleaf va a seducir a nuestro canal de distribución y se va a convertir en un ‘must have’ para muchos convertidores”.
Al margen de la calidad de las impresiones metalizadas que aporta Ecoleaf, uno de sus vectores más relevantes a nivel comunicativo es su contribución a descarbonizar la industria. “Tenemos que esforzarnos en comunicar el beneficio medioambiental de nuestra tecnología”, asegura el director Jonathan Plenz. La realidad es que la sostenibilidad está en la agenda de todos, desde las empresas hasta los organismos gubernamentales. En la industria gráfica es cada vez una variable más crítica: tanto las imprentas como los convertidores de envases y etiquetas –y cada vez más los consumidores finales– reconocen la importancia de llevar una forma de vida más sostenible para cambiar el destino de nuestro planeta.
Históricamente la tecnología estándar de la industria para adornos metálicos, láminas en caliente y en frío, ha sido muy contaminante. Anualmente se producen toneladas de residuos de láminas que se envían a vertederos o se queman en plantas de incineración. Ecoleaf viene a cambiar este escenario, ya que elimina por completo el uso de papel aluminio y utiliza menos materias primas. Y algo muy remarcable: los resultados de impresión ofrecen una gran calidad.
¿Cómo funciona Ecoleaf?
Ecoleaf es un innovador proceso de metalización que usa “liquid foil” (lámina líquida) en lugar de las tradicionales láminas de plástico al horno trabajadas en caliente y frío. Gracias al proceso de “liquid foil”, se elimina de este proceso el film de PET (plástico), además de eliminar también carretes de aluminio (desca), lo que se traduce en una gran reducción de plástico y desechos. Esto repercute en una reducción drástica del impacto medioambiental. Además de minimizar el impacto ambiental asociado con la producción y eliminación de estos plásticos.
Para comprender completamente Ecoleaf, se debe considerar todo el proceso de uso de láminas. Tradicionalmente, se fabrican escamas de PVD y se utiliza un revestimiento de PET para recolectarlas. Esas láminas luego se transportan a los convertidores, se almacenan y finalmente se usan en lotes pequeños o grandes de producción, lo que lleva a una gran cantidad de registros de inicio y parada en las prensas. Esto también conduce a una pérdida adicional de tiempo y de sustratos impresos. Y, por supuesto, al final del día, las láminas de escape se acumulan en contenedores, listas para ser transportadas a un incinerador o al vertedero. Aún más, entre el 50 y el 80 por ciento de las escamas de PVD aún no se han utilizado en la lámina cuando se desecha.
Ecoleaf tiene un proceso de aplicación similar al de la tinta, pero utiliza escamas de metal puro en lugar de pigmento. Estas se procesan y reproducen en una monocapa super-plana, lo que permite un reflejo perfecto y una calidad superior que supera la prueba de las tecnologías de láminas tradicionales. La unidad de metalización Ecoleaf está en el corazón del proceso, instalada en una prensa de impresión al principio, en medio o al final del proceso de impresión, o incluso aplicada como una opción fuera de línea, para una máxima flexibilidad.
La tecnología puede facilitar la metalización tanto por encima como por debajo para obtener un arcoíris de efectos metálicos. El resultado de la impresión se crea mediante la impresión de una imagen de activación en un material similar al barniz (en lugar del pegamento que se usa normalmente con las láminas) que se aplica sobre el sustrato mediante impresión flexográfica, serigráfica o de inyección de tinta. Antes de que la imagen de activación pase por la unidad de metalización, se cura con UV. En la unidad de metalización, se aplica una capa muy fina de pigmentos metálicos sobre un rodillo donante y luego se transfiere, con excelente precisión, a la imagen de activación. Después de depositar la capa de metal en la imagen de disparo, no hay necesidad de secado o curado, lo que no solo hace que Ecoleaf sea extremadamente amigable con el medio ambiente, sino que también es relativamente rentable y rápido en comparación con las tecnologías tradicionales.
Un vistazo a los primeros partners de Actega Metal Print
Varias compañías ya se han visto seducidas por el potencial de Ecoleaf y se han establecido como primeros partners de Actega para dirigir la adopción de la tecnología en la industria. Una de ellas, es la empresa inglesa especializada en etiquetas, Springfield Solutions, la cual está utilizando Ecoleaf para conseguir packagings y etiquetas más innovadoras y sostenibles. En Alemania el primer adopter ha sido el convertidor Kolbe-Coloco Spezialdruck GmbH, con el objetivo de reducir desperdicios y abrir la puerta a nuevos clientes; mientras que, en España, Germark, una de los líderes en impresión de etiquetas de alta calidad, ha apostado por Ecoleaf con la vista puesta en crecer en el mercado europeo de impresión de etiquetas de bebidas espirituosas, una industria que cada vez explora nuevos caminos para añadir diferenciación y reducir su huella de carbono.
Al margen de todos ellos, tenemos a All4Labels Global Packaging Group, el primer partner de Actega en el uso de Ecoleaf desde el año 2000. En este tiempo utilizando a tecnología ha conseguido reducir en un 80% sus emisiones de CO2 con respecto a las tecnologías convencionales de embellecimiento, y les ha permitido distinguirse de la competencia con un enfoque eco-innovador en sus soluciones de etiquetas y packaging.
Habrá que seguir los pasos de la tecnología Ecoleaf durante los próximos meses y ver el grado de aceptación de la industria a la innovadora solución. A tenor de todo lo visto y escuchado en Lehrte, todo apunta a que el éxito les espera a la vuelta de la esquina.