Redacción Alabrent
Este proyecto se alinea con la nueva directiva aprobada por el Parlamento Europeo el pasado 17 de enero, que deberá incorporarse al ordenamiento jurídico nacional de los estados miembros en los próximos meses. El objetivo de la Directiva es conseguir que las declaraciones ecológicas de los productos sean fiables, comparables y verificables en toda la UE, y ayudarán al consumidor a tomar decisiones de compra alineadas con una economía circular y sostenible.
El “greenwashing”, o lavado ecológico, consiste en hacer afirmaciones poco precisas, o incluso falsas, sobre las propiedades ecológicas de los productos o servicios, con el fin de atraer la atención del consumidor. En este sentido, el nuevo producto de Iberpapel se adelanta a los requisitos de la nueva norma al estar basado en esquemas de certificación oficiales en cálculo de huella de carbono y neutralidad, con certificados obtenidos por la empresa DNV, que actúa como parte independiente en el proceso.
Con el desarrollo de esta directiva se busca favorecer que el etiquetado de los productos sea más claro y fiable. Esta normativa prohibirá el uso de declaraciones genéricas sobre cualidades medioambientales de los productos, sin pruebas que lo acrediten, tales como «respetuoso con el medio ambiente», «natural», «biodegradable», «neutro para el clima» o «eco» y para ello se regulará el uso de etiquetas de sostenibilidad, que deberán estar basadas en sistemas de certificación oficiales y los sellos que se usen deberán estar soportados en una certificación por un tercero independiente.
Los procedimientos desarrollados por Iberpapel recogen el cálculo de captación de CO2, mediante la forestación de suelos degradados, en los que aplicó un sistema silvopastoril incluyendo plantaciones forestales para el secuestro de carbono. Esta metodología se presentó ante el Meth Panel de UNFCCC y fue admitida como la primera metodología consolidada para la aplicación en suelos degradados aprobada por las Naciones Unidas.