Redacción Alabrent
Por ello, para poner en valor la apuesta por alternativas de packaging sostenible, en ASPAPEL (la Asociación Española de Fabricantes de Pasta, Papel y Cartón) han recopilado una serie de ventajas que terminarán de convencerte para que apuestes por el packaging de papel y cartón a la hora de cuidar del medioambiente:
Reduce las emisiones de CO2 a la atmósfera
Según datos de La Bolsa de Papel, las bolsas de papel utilizadas anualmente en España contribuyen a la lucha contra el cambio climático, almacenando 84.500 toneladas de CO2 cada año. Esto se debe a que los árboles que se plantan, se cultivan y se utilizan para la fabricación de bolsas de papel actúan como sumideros de carbono, absorbiéndolo y evitando su emisión a la atmósfera. Además, estas plantaciones están formadas por especies como el pino y el eucalipto, las cuales son las que más rápido absorben CO2. A modo de ejemplo, el eucalipto fija anualmente el doble de carbono que el castaño y cinco veces más que la encina por su rápido crecimiento.
Ayudan al crecimiento de la masa forestal
Otro de los beneficios de usar embalaje de papel es que impulsa la expansión de nuestros bosques, favoreciendo el crecimiento de la masa forestal. Así, el 94% de la madera que se utiliza en España para fabricar papel y cartón proviene de plantaciones forestales locales que se cultivan con esta exclusiva finalidad y que, de otra manera, no existirían. Además, es destacable que el sector del embalaje apuesta por la gestión forestal sostenible de estas plantaciones, lo que garantiza su persistencia y la protección de otros tipos de bosques, colaborando a su vez en la prevención de incendios forestales.
Está fabricado con productos naturales y renovables
Tanto si han sido elaborados con fibra virgen como con fibra reciclada, los productos papeleros son naturales y proceden de fuentes renovables. Además, son biodegradables, reciclables y se reciclan masivamente. Y es que el ciclo del papel parte de un recurso natural y renovable como es la fibra de celulosa, la cual procede a su vez de las plantaciones de madera que se replantan y regeneran continuamente.
Ejemplo de economía circular
Por sus propias características, la industria del papel garantiza una aplicación directa de los principios de la economía circular, ya que la base de la industria es un recurso renovable: la celulosa. Pero, además, el papel y el cartón también son materiales reciclables que, de hecho, se reciclan masivamente en nuestro país, convirtiendo a la industria papelera española en una de las más recicladoras de la Unión Europea. A modo de ejemplo, a través de la recogida selectiva municipal y de la recogida realizada por operadores privados, en 2022 se recuperaron casi 5 millones de toneladas de papel y cartón que pudieron ser reintegradas como materia prima en el ciclo productivo.
Además, en zonas rurales, el sector papelero genera un impacto económico significativo al impulsar la creación de empleo, proporcionando oportunidades laborales y fomentando el desarrollo socioeconómico de estas comunidades.
Son muy resistentes y versátiles
Los envases de papel y cartón cuentan con características muy interesantes, que permiten diseñar embalajes ligeros y muy resistentes, capaces de soportar cargas de peso considerables. Además, gracias a su versatilidad, facilitan el proceso de plegado y de apilado, lo que les hace especialmente útiles a la hora de diseñar, fabricar y transportar soluciones de packaging que favorecen la reducción de la huella ecológica.
El papel y el cartón, materiales con un gran potencial de innovación
Sumado a todo lo que hemos visto, la apuesta por la innovación de la industria papelera ha permitido desarrollar distintas soluciones que permiten a los envases de papel y cartón adaptarse a las necesidades específicas de cada situación.
A modo de ejemplo, ya existen embalajes de papel y cartón resistentes al agua gracias a recubrimientos especiales que se aplican durante su proceso de fabricación. Además, también existen embalajes especialmente diseñados para productos congelados o refrigerados, ya que consiguen mantener la temperatura óptima para este tipo de productos. En definitiva, pese a que el papel y el cartón llevan utilizándose varios siglos, la innovación permite dotar a ambos materiales de nuevas propiedades que les permiten adaptarse a nuestras cambiantes necesidades.