Eugènia Álvarez
Desde que estoy en consultoría, realizo mediaciones entre algunos diseñadores e impresores, y viceversa, y procuro implementar en ambos lo que comúnmente llamaríamos comunicación.
Puesto que veo que no es fácil mejorar estas relaciones, he querido escribir un artículo que pueda dar un poco de ayuda y entendimiento a ambas partes. La frase que resumiría el artículo sería: “llamar, preguntar/explicar y llegar a unas pautas y acuerdos de la forma de trabajar”.
Puede llamar el diseñador cuando no sabe, o el impresor cuando recibe algo incorrecto, pero lo importante es hacerlo y ponerse de acuerdo. Cuando estamos en la parte de diseño y creación de un original, sea para el sector que sea: editorial, comercial, gran formato o Packaging, es muy importante conocer sobre qué material y en qué sistema se imprimirá este original.
El soporte donde vayamos a imprimir y el sistema de impresión marcarán las características de creación de este diseño. Esta información es la primera que se ha de pedir y exigir desde el departamento o estudio de diseño antes incluso de empezar a realizar el diseño.
Con esto podremos saber qué espacio de color tenemos para usar y podemos retocar las imágenes según la absorción del papel, para buscar el mejor resultado. Podremos averiguar si es posible usar o no tintas planas, colores especiales, acabados, etc.
Si no tenemos estos datos, es posible que trabajemos el doble, quizá hemos planteado tintas que no podemos usar, diseñamos colores que no se podrán reproducir y al final tendremos que adaptar el diseño, con el tiempo que esto implica.
Según el tipo de trabajo será recomendable conocer mas información no sólo en creación sino también en forma de trabajo: si es mejor trabajar por capas e incluirlas en el momento de cerrar el archivo, o quizá añadir marcas de corte, o incrustar perfiles, etc.
Todos estos parámetros son de sobra conocidos por el impresor, pero, aunque puede haber un estándar bastante bien definido, hay un dicho que nos describe muy bien como sector: cada maestrillo tiene su librillo, y por suerte, o por desgracia, esto es cierto.
Encontramos impresores a los que les iría bien que todo se lo enviaran en CMYK con un perfil concreto, con cruces de corte, en PDF/X-1A; o impresores que prefieren documentos abiertos o PDF/X-4, sin conversión de color, manteniendo capas…
Cada impresor tiene unos equipos diferentes: en preimpresión usa aplicaciones concretas para interpretar los archivos y realizar el proceso de producción; en impresión los equipos de impresión pueden ser de diferentes tecnologías: convencional: donde puede haber offset, flexografía, huecograbado… cada una con características diferentes; en digital podemos encontrar tóner, inyección de tinta…
No será lo mismo imprimir sobre un material blanco o tener que imprimir el blanco por el tipo de material de soporte, la luminosidad de ese blanco, la porosidad, el brillo, acabados posteriores, etc., todo ello hace que el efecto final del diseño creado pueda variar enormemente.
De ahí la gran importancia en conocer esta información antes de diseñar. Aunque a veces nos encontramos que sabiendo quien imprime o quien diseña, no nos atrevemos a llamar para preguntar, o para explicar la mejor forma de trabajar.
También hay casos en las que diseñador e impresor son desconocidos. Me refiero a que es la propia Marca que solicita este producto la que contrata a ambos, pero entre ellos ni se conocen, ni tan siquiera saben quien lo está realizando.
Si alguno pregunta, puede encontrarse sin respuesta, porque hay veces en que la Marca no tiene interés en ponerles en contacto. Estos casos suelen perjudicar directamente al impresor y al departamento de preimpresión porque, ante cambios, errores o necesidades de modificar elementos, se han de apañar con lo que tienen.
Aquí es el impresor el que tiene que conseguir el contacto con el diseñador. Ha de explicarle a la marca los motivos de tener una buena comunicación para que el proyecto de impresión salga lo mejor posible. Sobretodo en el entorno de Packaging, he visto muchos archivos que llegan hechos un desastre a preimpresión: pdf sin capas, perfiles mal asignados, etc.
Cuando hemos podido verificar el original que tiene el diseñador, hemos visto que lo ha creado correctamente y sólo una mala praxis en el momento de guardar el archivo le ha hecho perder toda esa información existente. Esto conlleva un trabajo exhaustivo en preimpresión para adaptar al sistema de impresión, definir las tintas técnicas, etc.
Los frenos que tiene la imprenta por convencer a la marca para que le deje hablar con el impresor pueden ser internos: quizá es el comercial que no quiere insistir en preguntar a la marca, puesto que quizá eso haga tambalear la relación que tienen como empresa. Pero no es cierto, todo, bien explicado, se entiende y además demuestra un interés de cooperar y mejorar que suelen mejorar las relaciones.
Mis consejos a ambas partes:
Equipo de diseño: crear una lista de todo lo que tenéis que averiguar antes de empezar a diseñar:
- Soporte donde se imprimirá, si se imprime que quizá es web y también debes saberlo.
- Sistema de impresión genérico: convencional, digital…; ambos.
- ¿Posibilidad de tintas planas? ¿Cuantas?
- Necesidades especiales: blanco de base, acabados en barniz, stampings, troquelado, etc.
- Si hay troquelado, pedir el troquel.
Equipo de preimpresión:
- Explicar al departamento comercial la importancia de poder hablar con el impresor. Enseñar el trabajo a realizar que, seguramente el propio diseñador ya lo haya hecho correctamente, y sólo sea un tema de cierre.
- Crear si hace falta un manual de instrucciones, aunque no siempre tiene éxito. A todos nos da pereza leer un manual.
- Si hay contacto con el diseñador, y nos ha enviado algo incorrecto, llamarle y explicarlo de forma educativa.
Hemos de recordar que compartir el conocimiento nos hace avanzar de forma mas ágil.
Nadie es mas sabio por saber mas de lo suyo.