Redacción Alabrent
La muestra recoge una serie de piezas impresas en 3D aplicadas a la práctica asistencial, haciendo especial hincapié en la explicación de los procesos de producción colaborativos entre los profesionales asistenciales y técnicos. El resultado de esta colaboración se materializó en soluciones innovadoras y rápidas para los momentos más difíciles de la pandemia por el COVID-19 que se podrán visitar en la exposición.
El Hospital de Sant Pau y HP iniciaron su colaboración en enero de 2020 con el desarrollo de aplicaciones de impresión 3D en el ámbito médico, especialmente en la creación de modelos anatómicos para planificar cirugías complejas. El 24 de febrero del mismo año se presentó uno de estos modelos convertidos en holograma para la primera intervención quirúrgica que incorporaba esta tecnología en España.
La aparición del COVID-19 en España
El día siguiente de la presentación arriba mencionada, apareció el primer caso de COVID-19 en Cataluña e inmediatamente después el Hospital se sumió en la brutal vorágine de la gran pandemia del siglo XXI.
El miedo a la falta de material de protección para los profesionales sanitarios fue un problema al inicio de la pandemia. El equipo asistencial del Hospital y el equipo técnico de HP que habían comenzado a aplicar soluciones técnicas en 3D creyeron que podían poner su granito de arena en la lucha contra la nueva enfermedad a través del desarrollo de accesorios de protección para los profesionales de la salud.
Necesidades contrarreloj y primeras aplicaciones en tiempos de pandemia
Un sábado por la mañana se reunieron el Dr. Abdel Hakim Moustafa, del Servicio de Cardiología del Hospital de Sant Pau, y un equipo de ingenieros de HP con el objetivo de diseñar una pantalla facial que protegiera del virus y fuera lo suficientemente cómoda para llevarla durante muchas horas al día. Al día siguiente, este equipo ya tenía el prototipo. El lunes a primera hora llegaron en taxi los prototipos al Hospital y las enfermeras que los probaron enviaron vídeos a los ingenieros para pedir los cambios que mejorarían los nuevos modelos. A finales de la misma semana, los ingenieros de HP ya tenían la versión final del producto que se certificó y de la que se imprimieron más de 3.000 unidades para el Hospital de Sant Pau.
El diseño de la pantalla facial se liberó, y tanto HP como sus clientes dedicaron sus instalaciones de impresión 3D a la producción de millones de estas pantallas que se distribuyeron por todo el mundo.
El Dr. Abdel Hakim Moustafa, del Hospital de Sant Pau, destaca que “la colaboración entre los equipos técnicos de HP y los equipos asistenciales del Hospital de Sant Pau fue vital para la consecución de materiales realmente funcionales y de calidad para su uso inmediato en la lucha contra la pandemia. La rapidez en la producción de estos productos, gracias a las impresoras 3D, fueron una ventaja en un momento en el que la necesidad de los mismos era perentoria”.
El Director General del Campus de HP en Sant Cugat, Ramon Pastor, comenta que “toda esta experiencia que empezó en Sant Pau y, gracias a nuestra red de clientes, pudo extenderse a otros hospitales en el país, actualmente, nos está permitiendo poder seguir colaborando en países donde la pandemia está ahora en su punto álgido, como la India. Esta crisis sanitaria ha reforzado la necesidad de adaptar la manera que trabajamos, como las cadenas de suministro, que deberán ser mucho más flexibles a los cambios constantes. Aquí, tecnologías como 3D, son clave”.
La impresión 3D permitió la creación de un primer producto básico y su distribución en cuestión de pocos días. Este fue el primer paso para la colaboración y la creación de objetos necesarios para hacer frente a la pandemia: máscaras, bifurcadores y conectores para respiradores, dispositivos CPAP y otros que se encuentran en la exposición.