Redacción Alabrent
Sin embargo, los fabricantes que evalúan una posible inversión en impresión digital basándose únicamente en estos parámetros están pasando algo por alto. Si bien el coste de los consumibles es un factor importante, existen costes ocultos asociados a los métodos tradicionales. Además, la impresión digital ofrece oportunidades de valor añadido. Es cuando se tiene todo esto en cuenta que se puede realizar una evaluación más precisa del coste total de propiedad.Por lo tanto, los fabricantes deben contemplarlo todo a la hora de plantearse una posible inversión: es fundamental evaluar la dinámica del mercado y las necesidades cambiantes de los clientes, las nuevas oportunidades potenciales de ingresos y los factores operativos, como señala Russell Weller, Head of Product – Digital Colour de Domino Printing Sciences.
Las necesidades cambiantes de los clientes
Según FINAT, el principal motivo por el que las marcas recurren a la impresión digital son las tiradas más cortas, que parten de los objetivos de sostenibilidad y reducción de residuos, así como del aumento en la cantidad, la variabilidad y la personalización de las SKU. De hecho, las conversaciones con los propietarios de marcas ponen de manifiesto que, por lo general, se suele desechar más del 30 % de las etiquetas impresas debido a cambios en la legislación o en los ingredientes que hacen que los diseños existentes se queden obsoletos y sea necesario crear nuevas tiradas con la información actualizada.
La capacidad de dar mayor cabida a las tiradas cortas y los plazos de entrega breves de la impresión digital eliminan de manera eficaz la necesidad de que los clientes finales dependan de grandes pedidos de etiquetas que corren el riesgo de quedar obsoletas para satisfacer la demanda (lo que se denomina impresión de etiquetas individualizada). Con la producción individualizada, las marcas solo piden lo que necesitan para satisfacer la demanda y pueden responder de manera rápida y sencilla a los requisitos cambiantes de las etiquetas. Los fabricantes pueden utilizar de manera eficaz sus recursos de impresión digital para responder al aumento en la demanda de tiradas más cortas con poca antelación, lo que les permite ampliar el negocio y retener a los clientes existentes gracias a la flexibilidad de poder entregar existencias en el momento en que se necesiten.
Las impresoras digitales también pueden añadir valor al satisfacer las necesidades de impresión de datos variables de las marcas a largo plazo. La tecnología desempeñará un papel clave a la hora de satisfacer el aumento en la demanda de códigos 2D variables a medida que las marcas se preparan para Sunrise 2027, reuniendo información promocional, de la cadena de suministro y del punto de venta en códigos QR impulsados por GS1.
Además, la impresión digital puede aportar beneficios económicos y de reducción de residuos. Realizar pedidos más frecuentes de tiradas más cortas, incluso a un precio más alto, podría suponer un ahorro para las marcas, siempre que el precio total que se pague por las etiquetas impresas digitalmente sea inferior al valor de las etiquetas que los fabricantes o las marcas habrían desechado. Teniendo esto en cuenta, es posible justificar un precio más alto por etiqueta, invalidando así la comparación directa del coste por etiqueta con las tecnologías analógicas tradicionales.
Tiempo de inactividad
El tiempo es oro. Alcanzar el máximo tiempo de funcionamiento de la impresora resulta clave para producir la mayor cantidad de etiquetas posible a diario. El tiempo de inactividad de cualquier equipo es un problema potencial para los fabricantes que buscan maximizar la rentabilidad de su impresora.
En comparación con la tecnología analógica, las impresoras digitales requieren menos tiempo de inactividad entre tiradas para configurar el trabajo. El procesamiento de imágenes en línea y en tiempo real que facilita la tecnología digital ayuda a minimizar el tiempo de inactividad de la impresora y maximizar la productividad, gracias a la cómoda configuración mediante el controlador digital (DFE). Asimismo, no es necesario crear placas de impresión, el tiempo dedicado a la configuración mecánica es mínimo y es fácil reorganizar el programa de producción para acomodar otra tirada con poca antelación.
En comparación, la configuración de la impresora flexográfica puede llevar mucho tiempo. Cada cambio de trabajo en una impresora flexográfica lleva tiempo para realizar la configuración mecánica y las pruebas de impresión: estas últimas también incrementan la cantidad de consumibles utilizados, ya que en el proceso de configuración se necesitan tanto tinta como material para probar la calidad de impresión, el color y el registro.
Por eso, en el caso de fabricantes flexográficos que realizan una variedad de trabajos, es muy posible que las tareas de configuración del cambio de trabajo superen el tiempo de ejecución necesario para imprimir dicho trabajo, lo que hace que sea el tiempo de cambio, en lugar de la velocidad de la impresora, el factor crítico a la hora de maximizar la producción total.
En cambio, los fabricantes que emplean ambas tecnologías saben que la impresión digital y flexográfica ofrecen los mejores resultados cuando se utilizan como tecnologías complementarias, y que la impresión digital es una herramienta sumamente eficaz para aumentar la productividad y la rentabilidad de los recursos flexográficos existentes. La tecnología digital permite realizar tiradas más cortas que antes no eran posibles, mientras que, al no tener que utilizarse ya para todo, la flexografía puede dedicarse a tiradas más largas y rentables. Estas nuevas oportunidades comerciales permiten aumentar los beneficios del fabricante.
Escasez de personal y capacidades de los operarios
La mano de obra puede representar el mayor porcentaje de los costes operativos totales de un fabricante. De hecho, las recientes subidas de los tipos de interés y la inflación han convertido los salarios en la principal preocupación del 71 % de los proveedores de servicios de impresión que han participado en la encuesta Printing Outlook de la BPIF del primer trimestre de 2025.
La escasez de personal cualificado en el sector de la impresión ha aumentado los costes de contratación de profesionales con experiencia en la configuración de tecnologías flexográficas al tiempo que ha supuesto un reto a la hora de encontrar personal con las habilidades adecuadas.
Sin embargo, resulta más fácil contratar operarios para los equipos de impresión y acabado digitales. La tecnología de impresión digital suele ser mucho más fácil de utilizar que la tecnología flexográfica tradicional, y a los candidatos con conocimientos tecnológicos (que suele ser el caso de la mayoría de los nuevos operarios) a menudo les suele resultar fácil adaptarse con una formación mínima.
Estos problemas de contratación de personal están provocando un cambio de mentalidad en el sector, y los fabricantes que no disponen de la mano de obra local necesaria para poner en marcha otra línea flexográfica están recurriendo a la tecnología digital. De hecho, una cuarta parte de los participantes en la encuesta de la BPIF tienen planificado invertir en tecnología digital en 2025, mientras que la mitad de los encuestados están investigando mejoras en automatización y flujo de trabajo que podrían ayudarles a mitigar la escasez de mano de obra y mejorar la eficiencia.
En resumen: no te quedes atrás y limites tus posibilidades de atraer a nuevos empleados a un entorno de trabajo con visión de futuro.
Entender el flujo de trabajo completo de la producción de etiquetas
Una vez que un fabricante ha decidido invertir en tecnología de impresión digital, es importante que tenga en cuenta todos los pasos de la creación de la etiqueta para determinar el tipo de impresora digital que le permitirá obtener los mejores resultados.
Mientras que una nueva línea híbrida de impresión y acabado suele ofrecer un proceso en el que todos los elementos funcionan juntos con un rendimiento óptimo, añadir una impresora digital de bobina a bobina a un proceso existente de varios pasos es algo complejo y precisa un análisis más detallado de todo el flujo de trabajo de producción de etiquetas.
Un proceso de varios pasos podría incluir varios equipos correspondientes a las fases iniciales y posteriores, conectados por procesos manuales. Mientras que el equipo de conversión en las fases iniciales normalmente mantiene un suministro constante de sustrato preparado a una impresora de etiquetas, el equipo de acabado en las fases posteriores podría provocar atascos, disminuyendo la productividad y reduciendo la amortización de la inversión. Los fabricantes que deseen aprovechar unas velocidades de impresión más elevadas deben asegurarse de que el equipo de acabado iguale o supere siempre la velocidad de producción de la impresora de etiquetas, para maximizar el número de etiquetas acabadas producidas por turno.
Los fabricantes que compren una impresora de alta velocidad también deben estar seguros de que van a poder generar los pedidos necesarios para aprovechar la capacidad adicional, ya que una impresora infrautilizada no ofrecerá la rentabilidad deseada. Esto también puede ser un problema con los procesos de impresión de etiquetas digital/híbrida, en los que los motores de impresión digital integrados (la inversión más importante de la línea) pueden sufrir considerables períodos de inactividad durante la configuración de la estación flexográfica. Si se dispone de equipos de acabado fuera de línea adecuados y de personal cualificado, una impresora de bobina a bobina podría ser la opción más eficiente, ya que ofrece una amortización más rápida gracias a una producción casi continua y al acabado fuera de línea.
Conclusión
Los fabricantes que están sopesando invertir en una nueva impresora digital de etiquetas deben tener en cuenta todos los factores y centrarse en el valor total que una impresora podría aportar a su empresa, así como en la inversión inicial, los costes de los consumibles y la velocidad de la impresora.
Un proveedor de impresión digital que ofrezca soluciones fiables, respaldado por una oferta de servicios adaptada a las necesidades de un fabricante, será un socio sólido que podrá ayudar a los fabricantes a ampliar su negocio y maximizar su rentabilidad.