Redacción Alabrent
Rodona es una empresa que lleva dos años especializada exclusivamente en la impresión digital. Nacida de la adquisición por parte de Ona Industria Gráfica de la sección de impresión de una importante editorial de obras de consulta jurídica, se ha colocado a la cabeza de la impresión digital en rotativa tanto en color como en blanco y negro.
Así, el grupo Ona, con más de 30 años de experiencia en el sector del Offset, se introduce de lleno en el campo de la producción de libros basados en la impresión digital. La puesta en marcha de esta nueva infraestructura fue posible gracias a la inversión realizada en una máquina de impresión de inyección de tinta, a ocho colores T300 de HP, así como en una HP Indigo 5000 para la impresión de cubiertas a todo color. «Cualquiera puede imprimir en blanco y negro», confirma el copropietario y gerente de Rodona, Alberto Senosiain. «Pero lo que es verdaderamente interesante es el valor añadido que adquieren los libros impresos digitalmente a todo color. Ese es el mercado al que nos dirigimos».
Papel fino, libros gruesos
Los 17 empleados con los que cuenta Rodona actualmente se centran en la producción de tiradas cortas de forma rentable. «La necesidad de rentabilizar los altos costes de las planchas exige unas tiradas mínimas en impresión en offset que para ciertas tipologías de libros resultan excesivas», dice Alberto Senosiain. «Nosotros eliminamos ese hándicap, no necesitamos planchas, imprimimos solamente los ejemplares que el cliente necesita. Se acaban los excesos de producción para justificar la rentabilidad».
De esta forma, Rodona, que está solo a algunos cientos de metros de la casa madre Ona Industria Gráfica, se ha convertido en un verdadero especialista en tiradas cortas. La tirada media de ejemplares impresos en rotativa digital y encuadernados en rústica, se sitúa entorno a los 150 ejemplares, con un mínimo de 50 y un máximo que suele rondar entre los 700 y los 1.000, según el número de páginas.
A propósito del número de páginas explica el señor Senosiain: «Una de nuestras apuestas han sido los libros gruesos impresos en papel fino, que pueden llegar a tener varios centenares de páginas, y que hoy en día son una de las especialidades de Rodona».
Un sistema completo en línea
Resulta evidente que los clientes de Rodona – tanto editoriales como autores que editan sus propios libros – exigen no solo una buena calidad de impresión sino también una post-impresión impecable. En este punto hace especial hincapié el responsable de la empresa; «en los acabados no puede haber ninguna diferencia con los libros impresos en offset». Por eso Rodona confía en una instalación en línea SigmaLine conectada con la HP T300, que consta de SigmaFolder, SigmaCollator, SigmaBuffer, SigmaControl, SewingCollator y – ahora, una primicia mundial – también conectada en línea con una encuadernadora sin cosido Acoro A5 de Müller Martini para la producción con colas PUR, guillotina trilateral Merit y guillotina frontal Easy Fly. La instalación completa se comanda por medio del sistema Connex para control de datos y procesos, desarrollado por Müller Martini.
Solo la Diamant MC 35 es independiente de la línea
“Además del óptimo procesamiento del papel fino, la inversión en la SigmaLine de Müller Martini nos convenció especialmente por la solución de plegado», razona Alberto Senosiain. Esta fórmula, altamente automatizada, proporciona a Rodona unos grandes niveles de productividad, ya que a menudo solo dos maquinistas manejan la línea completa. La línea de libros Diamant MC 35, de Müller Martini, puesta en marcha al mismo tiempo que el sistema digital, es la única que no funciona integrada en la línea de producción. Sin embargo, da un importante valor añadido a la producción digital de libros en Rodona, ya que amplía también a la tapa dura la oferta de acabados.
Esto se complementa de manera perfecta con la opción de embuchado de pliegos con la que cuenta, la SewingCollator, lo cual reduce a la mitad el ciclo de cosido de los libros, aumentando así la productividad.
Actualmente, Rodona todavía imprime exclusivamente libros españoles para clientes españoles. «Sin embargo, ahora y después de dos años de rodaje, estamos listos para exportar», dice Alberto Senosiain, «y es que la inversión en esta moderna instalación la hemos hecho pensando en el mercado nacional pero mirando también al exterior».
«Hay que ser realistas y, en las condiciones actuales, hay que apostar por los sectores en crecimiento, tanto desde el punto de vista tecnológico como de oportunidades de negocio. Las áreas en auge hoy en día en Artes Gráficas son el packaging y la impresión digital; nosotros hemos apostado por esta última abarcando actualmente el mercado nacional pero fijándonos, a corto plazo, el objetivo de la exportación.», concluye.