Redacción Alabrent
Coincidiendo con la celebración del Día Mundial del Agua, la compañía repasa algunas de las principales mejoras implantadas en los últimos años relacionada con la utilización responsable y sostenible de este recurso natural.- En la última década ha aumentado un 84% la producción de papel, mientras que el consumo de agua se ha reducido un 30%.
- El agua consumida se reutiliza en las propias fábricas para distintos procesos y es tratada en las EDAR antes de volver a la naturaleza.
- Los lodos que quedan en los filtros de las EDAR son un residuo que se valoriza como abono orgánico.
En este sentido, hay que tener en cuenta que el proceso de producción de papel demanda la utilización de un volumen de agua significativo en el que hay que diluir las fibras presentes en el papel recuperado o la madera. En este contexto y tomando como referencia el ejercicio 2004, cabe destacar que en los últimos diez años las fábricas de papel del Grupo Europac han aumentado su producción un 84% al mismo tiempo que reducían un 30% el consumo de agua por tonelada producida.
Por otra parte, el agua consumida en el proceso se reutiliza con distintos fines en las propias fábricas de papel del Grupo Europac y antes de que se devuelva a la naturaleza es tratada en las estaciones depuradoras de aguas residuales (EDAR). Este tratamiento permite que el agua vuelva al río en las mismas condiciones o incluso mejores que cuando se recogió.
Además, hay que destacar que en los filtros de las EDAR quedan unos lodos, un residuo que se valoriza gracias a un tratamiento que permite su utilización como abono orgánico en sustitución de abonos químicos.
Viana do Castelo
En la fábrica de Viana do Castelo, estos lodos se utilizan como combustible para la producción de energía en la caldera de recuperación de la instalación portuguesa. No obstante, las cenizas resultantes del proceso, también tiene su valorización como abono para el sector agrícola.
En la fábrica de Viana do Castelo, además, se recupera el agua de lluvia del parque de papelote a través de una red autónoma y se trata antes de ir a parar a la Ribera de Subportela, que desemboca en el Río Lima.
Esta red dispone de un sistema de compuertas que se pueden cerrar en caso de que se detecte cualquier irregularidad. Adicionalmente, existe una estación de bombeo para enviar el agua al centro de tratamiento antes de que llegue al río en caso de una eventual contaminación.