Redacción Alabrent
Por eso la cadena de valor de la industria –que abarca desde los fabricantes e instaladores de rótulos, letreros, señalizadores, maquinaria de impresión, de serigrafía, digital y 3D, así como de soportes, displays y materiales gráficos y textiles, pasando por los proveedores de servicios de impresión, estampación y grabado, hasta los sectores usuarios de estos servicios como las agencias de comunicación y publicidad, decoración, fotografía, diseño gráfico, regalo promocional, retail, textil, mundo deportivo y eventos– se ha unido para abordar la situación, buscar soluciones en común y establecerse como un interlocutor único para solicitar apoyo a la Administración Central.
Así, FESPA España, la Asociación Empresarial de la Comunicación Visual; Asociación Graphispack, la Asociación de suministradores de los sectores de impresión, packaging y retail; AFYDAD, la Asociación Española de Fabricantes y Distribuidores de Artículos Deportivos; AIMFAP, la Asociación de Importadores, Mayoristas, Fabricantes de Artículos Promocionales; ASERLUZ, la Asociación Española de Empresarios de Rótulos Luminosos e Industrias Afines; Asociación de Creatividad Transformadora, la Asociación de agencias y empresas creativas españolas; FEPFI, la Federación profesional de fotografía e imagen; AEVEA, Agencias de eventos españolas asociadas; FYVAR, la Asociación de Fabricantes y Vendedores de Artículos Promocionales y Publicitarios; y FEDE, la Federación de Empresas de Publicidad y Comunicación han enviado un escrito a la Ministra de Economía, Nadia Calviño, y a la de Industria, Reyes Maroto, en el que explican el papel esencial que desempeñan las empresas del sector de la comunicación visual en el proceso de reactivación de la economía y en el que se ponen a su disposición para canalizar cualquier acción que pueda contar con la participación de estas diez asociaciones.
La naturaleza de las empresas del sector, compuesto principalmente por pymes y micropymes, hace que sea especialmente necesario poner en marcha medidas que permitan la flexibilidad laboral y el acceso a liquidez. Las medidas que reclama la cadena de valor son las siguientes:
- Que los contratos públicos ya adjudicados se ejecuten cuanto antes, dentro de este ejercicio, dado que en muchos casos hay personal contratado para su desarrollo. En caso de no poder ejecutarse, la cadena de valor reclama que se indemnice a las empresas adjudicatarias sin necesidad de reclamar por la complicada vía administrativa.
- Incentivar la compra de espacios publicitarios en medios de comunicación en su conjunto con una desgravación fiscal del 30 por ciento para las inversiones de 2020. Esta medida ya ha sido aprobada por el Gobierno de Italia.
- Mantener el compromiso de inversión en publicidad del conjunto de la Administración del Estado en los medios de comunicación.
- Que se permita a las empresas acogerse a las medidas económicas excepcionales independientemente de su tamaño. Concretamente, que aquellas empresas cuya actividad esté concentrada en sectores altamente impactados por las medidas gubernamentales o en actividades prohibidas, como los eventos, puedan acogerse a la modalidad de ERTE por causa de fuerza mayor prolongado hasta que se levanten las actuales restricciones y se recupere la actividad al nivel anterior a la declaración del estado de alarma. Y que, a su vez, la reincorporación de los trabajadores afectados por ERTE pueda ser progresiva y flexible, de modo que los trabajadores puedan ir incorporándose a medida que la facturación de las empresas se restablezca.
- Que, una vez superada la crisis sanitaria, las distintas administraciones destinen presupuestos a la realización de campañas que colaboren a relanzar la actividad económica de los sectores más afectados: comercio, restauración, cultura, medios, turismo, etc. Y que esos presupuesto se adjudiquen con criterios no solo económicos, sino de calidad y permitiendo que concursen las pymes en lugar de establecer barreras de acceso a los concursos públicos, insuperables para muchas de ellas, independientemente de su valía.
- La declaración de sector esencial a la comunicación visual en su conjunto, dado que su contribución en productos y servicios a otros sectores críticos y esenciales como el sanitario o el de alimentación es indispensable.
Tal como defienden las diez asociaciones firmantes, estas medidas ayudarán a las empresas del sector de la comunicación visual a hacer frente a la profunda crisis económica derivada de la expansión del coronavirus en España, a incentivar la actividad y a mantener los puestos de trabajo de un sector que, contando con fabricantes y proveedores de servicios, da empleo directo a cerca de 37.700 personas y que está compuesto por más de 5.200 empresas que representan un 0,5 por ciento del PIB español. Además, la contribución de los usuarios de los servicios de la comunicación visual al Producto Interior Bruto se sitúa en el 1,31 por ciento, el número total de empresas es de 38.463 –habiendo crecido de forma exponencial en la última década– y el número de personas activas supera las 113.000.