Redacción Alabrent
En busca de mercados nuevos
El motivo de esta inversión es sencillo: el mercado demanda cada vez más productos personalizados, una tendencia que permite que las marcas se diferencien y que exige producir series cortas. Además, los clientes de Cartonéo hacía tiempo que pedían material de PLV en cartón grueso o en plástico, así que la empresa no se lo pensó dos veces ante la posibilidad de abrir un mercado nuevo. Para atender estas requisitos, la empresa ha invertido en una impresora digital HP Scitex 11000. Con el objetivo de fidelizar a los clientes y conseguir nuevos, Cartonéo debía asegurarse de poder fabricar estos productos en plazos muy ajustados y en tiradas cortas. La única mesa de corte que permite a la empresa hacer frente a estos desafíos es la Kongsberg C66 de Esko. Así, Cartonéo dispone de una cadena de producción totalmente robotizada para imprimir digitalmente y cortar PLV en tiradas cortas. Pese a que se trata de una empresa centenaria y situada en una región rural, Cartonéo es un grupo que está a la vanguardia de la innovación, equipada con un conjunto de tecnologías único en el mundo.
La historia de esta compañía del Jura se remonta más de un siglo. La bisabuela de Edmond Perrier, actual presidente de Cartonéo, fundó la empresa en 1897 en Saint-Claude, localidad famosa por la fabricación de pipas para fumar. La generación siguiente tomó el relevo y se concentró en la fabricación de embalajes para juguetes de madera, otra de las especialidades de la región.
Por aquel entonces, Cartonéo contaba con una plantilla de unas cincuenta personas y todo se hacía de forma manual. El padre de Edmond Perrier se lanzó a producir cartón ondulado en los años cincuenta y este último tomó las riendas de la compañía en 1991. Edmond es el responsable de que la empresa adoptara la tecnología offset y el contracolado. En la actualidad, el grupo Cartonéo se divide en tres sociedades que dan trabajo a unas ciento cuarenta personas.
Soluciones Esko adecuadas para automatizar los procesos
«Para ampliar nuestra cuota de mercado en el ámbito del PLV, necesitábamos aumentar la velocidad y la flexibilidad en la producción de tirajes cortos», dice Edmond Perrier. «Con la Kongsberg C66, podemos tener el producto listo en un plazo muy breve y atender rápidamente las peticiones de reabastecimiento de los clientes. Además, el hecho de que la C66 sea totalmente programable nos permite trabajar de manera continua. Y los clientes se benefician de una ventaja adicional: se ahorran el coste del utillaje».
A fin de optimizar aún más la producción, la Kongsberg C66 está configurada de modo que puede trabajarse con varias zonas independientes. Mientras una zona de la mesa está en marcha, el robot retira la plancha terminada de la otra parte y carga una nueva. El cambio de zona se efectúa de forma automática.
Otra ventaja es el software i-cut Production Console (iPC), asociado al administrador de dispositivos, que permite controlar a distancia el progreso de la producción. Los operarios pueden preparar un trabajo mientras se produce otro, lo que aumenta la productividad. iPC permite además calcular el tiempo de corte en función de las características del trabajo, lo que ayuda a planificar mejor.
«Con la Kongsberg C66, la automatización del proceso de producción nos permite aumentar considerablemente la productividad, ya que podemos producir de manera continua y tener un flujo de trabajo verdaderamente industrial. El tiempo que antes dedicábamos a numerosas operaciones manuales ahora podemos emplearlo en tareas que aporten valor añadido», agrega Laurent Gangloff, director de producción de Cartonéo.
Nuevas oportunidades de negocio en el PLV
«Gracias a las grandes dimensiones, velocidad y precisión que ofrece la mesa de corte al trabajar con soportes rígidos y resistentes, Cartonéo puede aprovechar muchas de las posibilidades que ofrece la expansión del mercado del PLV. La producción digital es algo nuevo para nosotros, por eso nos hemos dado un margen para aprender con la ayuda de los profesionales de Esko», precisa Edmond Perrier.
Frank Adegeest, director de I+D y encargado de los productos Esko, recuerda los primeros pasos: «Empezamos a hablar con Esko a finales de 2015, ya que queríamos adquirir una máquina de corte de gran formato que funcionara con la impresora HP Scitex 11000. Nuestros requisitos eran la máxima automatización y la posibilidad de producir de manera continua. Teníamos un proyecto en mente, que aún no habíamos sacado al mercado y que no lanzamos hasta seis meses más tarde, con motivo de la drupa 2016. Tras varias negociaciones y después de haber firmado un acuerdo de confidencialidad, Cartonéo se comprometió a adquirir una herramienta que todavía estaba en fase de desarrollo. Así, la empresa se convirtió en un centro de pruebas alfa y beta de Esko. Usamos la impresora HP Scitex 11000 en el proyecto, en el que también participó Clinchtech, un desarrollador de aplicaciones de automatización». Doce meses más tarde, en marzo de 2017, la mesa Kongsberg C66 de Esko estaba instalada.
«Ahora podemos cortar otros tipos de soportes, como plástico o cartón muy grueso, lo que nos permite producir alveolos, triple canal e incluso muebles de cartón. Hemos empezado a penetrar en mercados nuevos, donde hemos cerrado ya varios acuerdos», concluye Perrier. La inversión ya está dando sus primeros frutos y Cartonéo se dispone a escribir una nueva página en su larga historia.