Redacción Alabrent
La Kongsberg C66, desarrollada con los conocimientos que otorgan décadas innovando en sistemas de acabado, es la mayor mesa digital para tareas intensivas de postimpresión del cartón ondulado. La máquina, concebida teniendo en cuenta las necesidades del mercado, se ha fabricado dentro del programa de robótica de Kongsberg. Gracias a su combinación de tamaño, velocidad y precisión en el manejo de materiales rígidos como pueden ser cajas de cartón ondulado, es una alternativa versátil y eficaz a los equipos de troquelado tradicionales en la producción de tiradas cortas de envases y displays de PLV en cartón ondulado.
La Kongsberg C66 es un producto único en el mercado que puede alcanzar una velocidad de 100 m/min. Admite producción manual dividida en zonas de planchas de cartón ondulado de 2,2 x 3,2 m o producción de zona única de planchas mayores, de hasta 2,5 x 4,8 m. De ahí que sea ideal para producir embalajes protectores de hasta 2,5 x 4,8 m, contenedores de cartón ondulado de doble o triple onda en alta definición, envases y displays de PLV. La Kongsberg C66 también es capaz de manejar otros materiales utilizados para fabricar embalajes protectores, como las protecciones de espuma, por ejemplo.
Producción dividida en zonas
Gracias su área de trabajo de 3210 x 4800 mm, la Kongsberg C66 puede dividirla en zonas o bien usarla toda para trabajar con planchas de mayor formato. Su barra transversal de compuesto de carbono, extremadamente rígida, permite practicar hendidos con gran calidad y rapidez, y con una desviación mínima. Además, su rendimiento es hasta un 40 % superior al de otras unidades de acabado XY de 3 m de ancho. Así, la Kongsberg C66 puede funcionar a velocidades altas con materiales mucho mayores sin perder precisión. Las mesas Kongsberg de mayor formato pueden configurarse para dividir la producción en zonas, lo que maximiza la eficacia y asegura que no se pare de trabajar. De este modo, mientras la mesa produce en una zona del área de trabajo, el operario puede sacar la plancha terminada de la otra zona y cargar otra. Mientras máquina y operario trabajan cada uno en lo suyo, este puede cambiar automáticamente el modo por zonas con un solo movimiento.
Control de la funcionalidad
La mesa se controla a través de la i-cut Production Console (iPC), que permite supervisar el proceso mediante una cámara, configurar la máquina, calibrar, así como reconocer y ajustar los utillajes. Esta consola, diseñada para guiar y ayudar al operario, incorpora varias funciones lógicas e intuitivas, como una interfaz gráfica basada en iconos que usa una codificación de colores para los avisos y las actualizaciones. Combinada con la utilidad Device Manager, permite controlar la producción a distancia. Los operarios pueden preparar un trabajo mientras se está produciendo otro en la mesa, lo que aumenta aún más la eficacia. i-cut Production Console también sirve para calcular el tiempo de corte según las características del trabajo, cosa que ayuda a planificar mejor las tareas.
La mesa admite una gran variedad de utillajes, que pueden montarse y prepararse rápidamente para efectuar el corte y el acabado del trabajo en cuestión con una calidad y rapidez excepcionales.
«El mercado demanda soluciones de gran formato para el acabado de materiales rígidos, y la Kongsberg C66 es la solución”, dice Tom Naess, responsable de producto de Esko. «Da un gran impulso a la productividad y, combinada con un robot, permite producir sin parar. Así, es posible realizar tareas intensivas de producción de embalajes y tiradas cortas sin sacrificar un ápice de calidad. Al trasladar el acabado de los tirajes cortos a la Kongsberg C66, las empresas pueden ahorrarse el tiempo y el coste que conlleva trabajar con equipos de troquelado tradicionales, difíciles de asumir para producir pocos ejemplares o cumplir plazos muy ajustados.»
Cartonéo, primer cliente
La primera empresa que ha instalado la Kongsberg C66 es el impresor francés especializado en envases y embalajes Cartonéo. Este grupo empresarial, de cien años de historia y con varios centros de producción, sirve a una gama amplia de mercados, como el alimentario, el automóvil, la cosmética, el vino y las bebidas alcohólicas, el editorial y el farmacéutico.
Así describe su experiencia Edmond Perrier, el consejero delegado de Cartonéo: «Invertimos en la Kongsberg C66 después de adquirir una máquina de impresión digital para poder fabricar de manera eficaz envases y displays de gran formato en distintos tirajes. Con esa impresora nueva, hemos conseguido varios clientes importantes, tras lo cual decidimos invertir en una solución integrada para contar también con un acabado de la máxima calidad. Con ambos equipos, tenemos muchos pedidos y somos muy competitivos en el segmento de los displays en tiradas cortas.»