Redacción Alabrent
La importancia que se da hoy a la alimentación, y por tanto al origen y al método de cultivo de las frutas y hortalizas que consumimos, quedaría incompleta si no se pone el foco también en el envase en que se mantiene y transporta el producto hasta el lineal de las tiendas donde el consumidor lo compra. La cuestión de usar un buen envase no es baladí. En el comercio minorista es una preocupación constante, ya que los efectos negativos no se quedan solo en un tema de vida útil más corta del alimento por la putrefacción, sino que puede derivar en un problema de seguridad alimenticia por la proliferación de bacterias en el producto.
Gracias al envase de cartón ondulado, tal y como demuestra esta investigación, es posible conservar mejor la calidad de los productos frescos y alargar su vida útil. La ventaja de la caja agrícola de cartón en este aspecto es doble: disminuye el riesgo de contraer enfermedades trasmitidas por alimentos en mal estado y, al mismo tiempo, ayuda a luchar contra el grave problema del desperdicio alimentario.
Para respaldar estas afirmaciones se han llevado a cabo pruebas con envases reutilizables de plástico y envases de cartón ondulado previamente contaminados con el mismo tipo y número de bacterias. Se comprobó entonces que la descomposición se producía entre 48 y 72 horas antes en las cajas de plástico. Para contar con una prueba lo más real posible se tuvieron en cuenta todos los factores que pueden influir: temperatura, tiempo hasta su venta y daños superficiales.
Los resultados de estas pruebas dejaron claro que la transferencia microbiana causante de la putrefacción del material de envasado a la fruta fue siempre superior en el caso de envases reutilizables de plástico. Lo que demuestra que el cartón ondulado es más seguro y garantiza mayor higiene microbiana, frescura, aroma y sabor.