Redacción Alabrent
Cada "Freshpack" con etiquetado reposicionable de queso Leerdammer (recientemente galardonado con el premio "SilverPack" alemán por su facilidad de uso), lleva una etiqueta autoadhesiva preimpresa en la parte trasera con información adicional como la fecha de consumo preferente. Pero eso no es todo.
“Cada vez más, también aplicamos "etiquetas promocionales" en la parte frontal de los paquetes”, comenta Jan De Kruijf, responsable de operaciones de Bel Leerdammer en Wageningen. “Y al final de la cadena, los paquetes individuales se embalan en cajas que también se etiquetan”.
Las etiquetas generan 45 toneladas de residuos de papel al año. Hasta el año pasado, el material se mezclaba con los residuos generales. Todo cambió cuando la fábrica de Wageningen analizó sus flujos de residuos en busca de nuevas soluciones.
Todos contentos
A la cabeza del equipo de proyecto encargado de reducir los flujos de residuos, De Kruijf descubrió una mejor forma de procesar los residuos de soportes de papel, de la cual se encargaría el programa RafCycle®.
“Lo primero es que hay que pagar por deshacerse de los residuos generales. Por ello, recortar en residuos significa recortar en costes. Además, como empresa, también sentimos la obligación moral de separar residuos lo máximo posible con el fin de fomentar el reciclaje, tal y como nuestros empleados están acostumbrados a hacer en casa”.
El experto en tecnología de empaquetado ymiembro del equipo de proyectoPeer De Jong se puso en contacto con UPM Raflatac: “UPM demostró su capacidad de reciclar el papel soporte de nuestras etiquetas, lo que nos ayudó a reducir los residuos y a reutilizar los recursos al tiempo que reducía la huella de carbono de UPM. Todos contentos”.
Soluciones a medida para el reciclaje de soportes
Jan De Kruijf hace hincapié en la creatividad de UPM para encontrar una solución a medida que atendiera a las necesidades específicas de Leerdammer.
“La implantación de un flujo de residuos independiente para el soporte de papel supuso un desafío logístico. Contamos con un espacio de trabajo muy limitado y no podemos desplazar la maquinaria. No hay espacio para instalar un contenedor especial de residuos y no se nos permite almacenarlos en las instalaciones durante largos periodos de tiempo”.
“UPM nos dio la solución mediante un transportador que recoge los residuos de soporte por separado. El soporte se almacena hasta acumular cantidad suficiente para llenar un camión y, a continuación, se traslada a Plattling, Alemania, donde UPM lo recicla”.
A los tres meses de comenzar el proyecto, a finales de 2013, UPM evaluó la reducción de las emisiones de CO2. Según las capacidades avanzadas de UPM Raflatac para la evaluación del ciclo de vida (LCA), las 16 toneladas de soporte de papel recogidas durante este periodo supusieron una reducción de 19 toneladas en emisiones de CO2.
“Y eso”, concluye Jan De Kruijf, “supone el mayor beneficio”.