Redacción Alabrent
Tecnología inkjetLa impresión inkjet se inventó en los años 50 y emplea software, hardware y tinta de inyección para reproducir imágenes digitales en un sustrato. El proceso implica la deconstrucción del material gráfico en un patrón de puntos. Después, las boquillas del cabezal de impresión recrean este patrón colocando microgotas de tinta en el sustrato.
Los sistemas de impresión inkjet digital a color cuentan con varios cabezales y boquillas que descargan diferentes tintas de color en un diseño único y fluido. Las tintas se componen de pigmentos de color suspendidos en un líquido base; ambos se mezclan en el sustrato para recrear una amplia variedad de colores y tonos.
Gracias a la capacidad de controlar el tamaño preciso de la gota, la impresión inkjet digital permite producir diseños con mucho detalle, como degradados suaves, microimpresiones y caracteres orientales complejos. La composición y la viscosidad de la tinta, la velocidad de las gotas y las propiedades de absorción del sustrato son factores que afectan a la fijación de la tinta y a la armonización de los colores.
Con la impresión inkjet UV, las tintas empleadas se asientan parcialmente con una lámpara de fijación durante la impresión y después se curan para conseguir un acabado duradero y de alta calidad.
Tecnología con tóner
La impresión con tóner, también conocida como electrofotografía, se creó en 1938. Esta técnica emplea software, hardware y tóner seco o líquido para reproducir una imagen digital en un tambor, que después se transfiere al sustrato. Se utiliza con más frecuencia en entornos comerciales como fotocopiadoras de oficina e impresoras láser.
La impresión a color con tóner es un proceso de impresión de offset digital: el material gráfico se separa por colores y estos se reproducen como campos electrostáticos en un tambor de imagen. Las partículas de tóner con carga eléctrica son atraídas por estos campos, lo que genera imágenes monocromas.
Gracias a la fórmula del tóner, la impresión de contacto y el proceso de fusión, el tóner no penetra en el sustrato para maximizar la adherencia. Por este motivo, las etiquetas impresas con tóner a menudo requieren un barniz o laminación para garantizar la durabilidad. Esta capacidad limitada de unión del tóner con el sustrato también es la causa de que no todos los sustratos sean adecuados para la impresión con tóner. Los sustratos sintéticos, por ejemplo, requieren un tratamiento previo para garantizar la adherencia del tóner.
Evaluación del rendimiento
Aunque ambas tecnologías tienen sus ventajas y ofrecen una buena calidad de impresión, cuando las dos son posibles, la impresión inkjet digital UV a menudo es la elección preferida de los fabricantes. Existen varios motivos:
- Uniformidad del color
Los propietarios buscan una representación del color fiel a sus marcas en todas sus etiquetas.
Al ser una tecnología sin contacto, la impresión inkjet ofrece una uniformidad del color excelente y una elevada tolerancia a la fluctuación de los factores ambientales, como cambios en temperatura y humedad.
En cambio, la impresión con tóner es mucho más susceptible a los cambios de temperatura y humedad, ya que ambas pueden influir negativamente en la fiabilidad de la carga estática, lo que afecta a la uniformidad del color.
- Durabilidad de la impresión
El atractivo de la etiqueta de un producto es importante para los propietarios de marcas, no solo en el punto de venta, sino durante todo el ciclo de vida del mismo. Igualmente, cuando incluye fechas de caducidad, información sobre alérgenos o símbolos de advertencia sobre la seguridad, la durabilidad de la etiqueta es esencial para el cumplimiento normativo.
Un proceso de impresión inkjet digital UV permite un curado uniforme de la tinta y una buena adherencia a una amplia gama de sustratos, lo que genera un acabado duradero a largo plazo. Tras el curado, las etiquetas con inkjet UV son resistentes a la abrasión y los arañazos, ofreciendo una buena tolerancia a los factores ambientales como la exposición al calor, al agua y a los químicos, y también una alta resistencia a degradación por la luz.
Esta durabilidad se logra sin capas adicionales de barniz ni laminación, normalmente necesarias en la impresión con tóner. Los fabricantes con acceso a ambas tecnologías pueden, por tanto, ahorrar dinero si optan por etiquetas impresas con sistemas inkjet para las aplicaciones más exigentes.
- Productividad
La productividad es uno de los criterios principales que los fabricantes tienen en cuenta al comparar las tecnologías de impresión digital de etiquetas y, normalmente, la inyección de tinta es superior en términos de velocidad.
Tanto los sistemas de impresión inkjet como los de tóner que encontramos hoy día en el mercado son capaces de funcionar a altas velocidades. Sin embargo, la tecnología de impresión inkjet digital tiene la capacidad inherente de rendir a mayor velocidad, ya que no necesita contacto físico con el sustrato para producir una imagen. La mayoría de sistemas inkjet pueden aumentar la velocidad de impresión si se reduce la resolución y los analistas predicen que será posible aumentarla manteniendo la alta resolución a medida que la tecnología de los cabezales de impresión progrese.
Las mejoras en torno a la velocidad son más difíciles de lograr en la tecnología de impresión con tóner, dado que a menudo depende del tamaño de las partículas del tóner, su cobertura y el número de colores empleado; todos estos factores afectan a la velocidad de transferencia y al tiempo de fusión necesarios.
- Limpieza y mantenimiento
La limpieza regular de los componentes de impresión garantiza una calidad uniforme y evita transferencias indeseadas.
Las tareas de mantenimiento de los sistemas inkjet, como la limpieza y el sellado de boquillas o la alineación y el registro de los cabezales, se pueden automatizar fácilmente con las herramientas integradas, mientras que limpiar y recalibrar un sistema de tóner puede resultar más laborioso, ya que es necesario un operario especializado.
El análisis realizado en The Future of Digital Print for Packaging to 2026 de Smithers revela que los fabricantes que optan por el tóner normalmente registran unos tiempos productivos inferiores en comparación con los que emplean la tecnología inkjet, lo que afecta a la productividad general y al ROI.
- Coste de propiedad
El coste de propiedad es otro elemento clave que los fabricantes deben tener en cuenta, así como los costes de funcionamiento habituales que están ligados, en gran medida, a los consumibles.
Los fabricantes que tienen acceso a ambas tecnologías a menudo usan sus sistemas de tóner para producir etiquetas de gran cobertura, ya que el «cargo por uso» (una tarifa plana que se aplica a cada rotación de los tambores de imagen como parte del alquiler para cubrir los costes de mantenimiento y consumibles) es el mismo, con independencia de la cantidad de tóner aplicado, haciendo que el tóner sea la opción más económica. Sin embargo, la inyección de tinta suele ser la elección en aplicaciones de cobertura media y baja, dado que el coste de la tinta es inferior en estos casos.
Conclusión
Aunque ambas tecnologías tienen sus ventajas según la comparación anterior, la inyección de tinta parece ser la mejor opción para un fabricante de etiquetas con proyección al futuro. No obstante, antes de tomar una decisión definitiva, es importante que cualquier fabricante contacte con un proveedor de tecnologías de impresión para estudiar las necesidades de las aplicaciones de etiquetas de sus clientes.
Un proveedor externo podrá realizar demostraciones personalizadas usando sus propios archivos de muestra, de manera que los fabricantes puedan descubrir las ventajas de la tecnología inkjet, ser testigos de la sencillez con que se manejan los sistemas y comprobar de cerca la excelente calidad de impresión que ofrecen los resultados de las muestras producidas.