No obstante, en la industria del papel y la pulpa actual, el tamaño de una empresa no es lo único que cuenta; de hecho, a veces incluso puede ser más bien una carga. El sector del papel está sufriendo las consecuencias del auge de medios electrónicos como el iPad, el Kindle y otros lectores y dispositivos electrónicos, y algunas voces aseguran que la demanda de papeles gráficos está “cayendo en picado”.
Berry Wiersum, consejero delegado de Sappi Fine Paper Europe, contesta una serie de preguntas directas sobre los retos actuales de la empresa respecto al segmento de los papeles gráficos y nos cuenta que su ambicioso plan para los papeles especiales y de envasado ya está dando sus frutos.
La empresa ha invertido recientemente sesenta millones de euros en remodelar una máquina de papel de su fábrica de Alfeld, en Alemania, con el objetivo de casi duplicar la producción de soportes especiales. La nueva máquina, conocida como “PM 2”, empezó a funcionar el 12 de octubre de este año.
¿Vio venir el rápido descenso de la demanda de papeles gráficos? ¿Cómo ha reaccionado Sappi a este cambio?
Para tener éxito en el sector del papel, hay que adelantarse a los acontecimientos; ese es el gran reto al que se enfrenta la industria. Hay que ver hacia dónde va el mercado y adaptarse en consecuencia; y lo antes posible, por supuesto. Cuando uno ve que la demanda baja entre un 6% y 8%, es evidente que hay que hacer algo, y rápido. Nosotros reaccionamos enseguida –antes que muchos– cerrando algunas plantas, una decisión que fue muy dolorosa y que a estas alturas es de sobras conocida.
¿Cree que la oferta y la demanda se equilibrarán en algún momento o que esta seguirá bajando?
En primer lugar, los papeles gráficos son, y seguirán siendo, nuestro negocio principal, y por supuesto creemos que la demanda tocará fondo y se ajustará. De hecho, la gente de Sappi en Estados Unidos empieza a notarlo, ya que los dispositivos electrónicos han alcanzado un punto de saturación, e incluso han observado un crecimiento del 2-3% en el segmento de los papeles estucados de gama alta sin pasta de madera. La razón que esgrimen es que los consumidores siguen confiando en los anuncios impresos, mucho más que en la publicidad en línea, así que es un segmento con el que tenemos que estar atentos en los próximos dos años.
Europa suele seguir a Estados Unidos de una forma u otra, así que esperamos que aquí ocurra lo mismo a medio plazo. La clave está en asegurarnos de que tenemos la capacidad suficiente para producir papeles gráficos cuando la demanda vuelva a subir.
El nuevo capítulo en la historia de Sappi –este más optimista– parece estar en los papeles especiales. ¿Nos puede explicar por qué este mercado es tan atractivo y por qué cree que Sappi puede tener éxito en él?
La planta de Alfeld, en concreto, siempre ha sido de algún modo la fábrica de papeles especiales de Sappi, así que en realidad no es un capítulo totalmente nuevo. La novedad está en el enfoque, ya que estamos aprovechando las oportunidades que se nos presentan a través de distintas vías, por ejemplo, los reglamentos de la UE –que por una vez nos favorecen–, los factores relacionados con la sostenibilidad y las preferencias de los clientes. Los envases y los papeles especiales hechos a partir de fibras están ganando peso, y las grandes marcas están buscando una cadena de suministro más fiable y de mayor capacidad. Nosotros les ofrecemos eso, además de una amplia experiencia en el mercado, conocimientos y una estructura de I+D muy sólida.
¿Qué papeles especiales está produciendo Sappi y qué cuota de mercado tiene en la actualidad?
Los productos principales son papeles antiadherentes, material para etiquetas y envases flexibles. Son segmentos muy especializados, así que los mercados no son tan grandes, pero los tres están creciendo, así que intentaremos ir ganando más y más cuota.
Nuestro material para caras Fusion, que sacamos hace unos tres años, está consiguiendo una cuota de mercado considerable; estamos vendiendo alrededor de 10.000 toneladas, pero confiamos mucho en poder crecer, ya que es un mercado de 20 millones de toneladas al año.
Pero el segmento más activo para nosotros es el de los envases flexibles, en el que ya tenemos una gran presencia y en el que nuestro potencial es enorme. En esta área, se pide que el producto tenga una cara con una gran capacidad de impresión y un reverso en el que se pueda pegar o aplicar todo tipo de material, como láminas metálicas o plásticos, por ejemplo.
A los departamentos de marketing de las empresas de bienes de consumo les encantan los envases flexibles, ya que avances como nuestro papel Algro les permiten tener una barrera compostable en el envase –es decir, se cumplen los requisitos de sostenibilidad– y les ofrecen un producto que llama la atención del consumidor gracias a su gran capacidad de impresión. Este tipo de papel tiene muchísimo potencial.
Por eso hemos invertido 60 millones de euros en la remodelación de la máquina de papel PM 2 de Alfeld. Ahora las grandes marcas tienen la libertad de tomar decisiones rápidas sobre sus bienes de consumo. Imagine un producto de supermercado que tiene un éxito fulgurante y que se vende en un envase flexible. Entonces la marca pide no 10.000 toneladas más, sino 20.000, para atender la demanda. El cliente quiere tener la tranquilidad de saber que el proveedor le proporcionará lo que necesita. Ese proveedor es Sappi Alfeld.
Además, tenemos la confianza de saber que hemos agotado todos nuestros productos de envases flexibles en los últimos cuatro años.
¿Puede contarnos un poco más sobre la remodelación de la máquina PM 2 de Alfeld y lo que se ha hecho para aumentar su capacidad de proporcionar el producto y el servicio?
Ha sido un proyecto muy estimulante, que además se ha puesto en marcha en el plazo previsto.
En primer lugar, una inversión de 60 millones de euros requiere mucho trabajo previo, que es lo que hemos estado haciendo estos últimos cinco años. Realizamos tres presentaciones al consejo de administración de Sappi en Sudáfrica, y después de la tercera recibimos el visto bueno.
La PM 2 era la única máquina de papeles gráficos de Alfeld; las PM 1, 3, 4 y 5 son máquinas de papeles especiales, así que en realidad estaba fuera de lugar en la fábrica. Nos dimos cuenta de que no tenía sentido producir papeles que tienen estructuras de costes distintas en la misma planta, así que trasladamos la producción de papeles gráficos a otra de las fábricas del grupo.
Estuvimos mirando distintos proveedores del sector para llevar a cabo la remodelación, así como varios diseños; en Sappi tenemos nuestros propios equipos de gestión de proyectos y de expertos en máquinas. Al final nos decidimos por Metso, que recientemente ha pasado a llamarse Valmet, y por un diseño que incorpora un cilindro Yankee. Ha sido un proyecto fascinante que ha llevado dos años de planificación desde el punto de vista logístico: el cilindro Yankee tuvo que transportarse a través de muchos pueblos, lo que conlleva pedir numerosos permisos. Cuando llegó a la fábrica, tuvimos que usar una de las mayores grúas de Europa para introducirlo en la sala de máquinas bajándolo a través del tejado.
La nueva PM 2, que se puso en marcha el 12 de octubre, es la máquina de papel especial estucado a una cara más rápida del mundo, con una velocidad de 1200 m/minuto. Además, está diseñada especialmente para cumplir los distintos requisitos de secado de la producción de papeles especiales.
En cuanto a la capacidad de la fábrica, se ha aumentado en 135.000 toneladas de papeles especiales al año, lo que incluye el papel Fusion y los materiales para envases flexibles.
El proceso de liderar el sector de los papeles gráficos a liderar el mercado de los papeles especiales gracias a la remodelación de la PM 2 parece haber sido una transición fluida. ¿Tan fácil ha sido?
No, no, para nada. Para empezar, se trata de un proyecto muy singular, ya que no solo hay que aprobar la calidad del papel, sino que hay que realizar todo tipo de pruebas e inspecciones en la máquina, las zonas adyacentes y las materias primas. Hay que tener en cuenta que son productos destinados al sector alimentario, los clientes son grandes marcas que no pueden correr riesgos.
Alfeld lleva más de cien años produciendo papeles especiales, y, en cuanto a la sostenibilidad, fue una de las primeras fábricas de Europa que empezó a trabajar sin cloro. Pero la seguridad alimentaria es lo que más preocupa en la actualidad; de hecho, casi se ha convertido en una obsesión, más que la sostenibilidad medioambiental.
Los papeles especiales se adaptan mucho mejor a necesidades concretas. Es como ofrecer un menú a los clientes. Por ejemplo: “¿Quiere un papel sin abrillantadores ópticos? Si quiere un papel con brillo pero sin abrillantadores, tenemos una alternativa”. O: “¿Necesita que el papel sea compostable?”. Tenemos un abanico de posibilidades amplísimo, además de las opciones ecológicas. Ahora ya no se trata de pulsar un botón, producir papel y ya está.
Alfeld es una fábrica de papel de fibras vírgenes al 100%, lo que significa que no hemos tenido ninguno de los problemas relacionados con los aceites minerales de los que tanto se ha hablado en los últimos dos años.
¿Ha habido algún cambio en relación con las materias primas?
Alfeld es una fábrica integrada, pero, debido a la especificidad de los papeles especiales, de vez en cuando se necesitan pulpas especiales, así que la remodelación de la PM 2 ha hecho que perdamos un poco de integración.
¿Qué gramajes tendrán los papeles especiales?
Desde un papel muy fino de 17 g/m² hasta los 400 g/m².
¿Qué repercusiones tendrá la expansión en Sappi como empresa?
El negocio de Sappi en materia de papeles especiales pasará de un 5% a un 10%, por lo que la facturación aumentará, por supuesto.
Una de las ventajas del mercado de los papeles especiales es que no sufre la guerra de precios que se da en el de los papeles gráficos. Si creamos un papel del que no existe un producto comparable, el precio es un factor mucho menos decisivo.
También influye el hecho de que el precio del papel en el sector de los bienes de consumo no es un criterio tan determinante como en el caso del papel para trabajos de impresión, por ejemplo.
Esta situación se traduce en un aumento del margen de beneficio, lo que, evidentemente, es una noticia fantástica para Sappi.
¿Cuál es el paso siguiente para el negocio de papeles especiales de Sappi?
En los próximos tres años, tenemos previsto duplicar la facturación de Sappi relativa a los papeles especiales. En este sentido, ya nos estamos planteando varias preguntas: ¿Podemos convertir otras fábricas o máquinas? ¿Tenemos los recursos necesarios para invertir?
Como siempre, ya nos estamos adelantando al futuro.
Entrevista exclusiva a Berry Wiersum, consejero delegado de Sappi Fine Paper Europe
Sappi es una de las empresas más importantes de la industria internacional del papel y la pulpa. En la última lista publicada por la revista RISI sobre las cien mayores empresas del sector –algo así como la Biblia de la industria–, Sappi ocupa el puesto número doce con una facturación de 6.300 millones de dólares y una producción de 7,7 millones de toneladas de papel y cartón al año. En realidad, Sappi es uno de los mayores fabricantes de papeles gráficos del mundo.