Redacción Alabrent
En una era donde los hábitos de consumo evolucionan rápidamente, los requisitos regulatorios fluctúan y el comercio electrónico redefine los canales de distribución, por lo que la capacidad de una rápida adaptación es clave. La flexibilidad también es uno de los elementos principales a la hora de trabajar en este contexto dinámico, por eso las tecnologías digitales han surgido como un habilitador crucial de la agilidad.
Ahora mismo, casi uno de cada dos equipos de impresión vendidos en el sector es digital. En la próxima década, podemos anticipar que esto aumentará a dos de cada tres. HP Indigo ha sido pionero, introduciendo la tecnología LEP en la década de 1990, que desencadenó esta revolución y cuyos resultados evidentes hoy en día. La transición de la impresión convencional a la digital ha permitido una flexibilidad sin precedentes para satisfacer las demandas de los clientes, con las prensas digitales allanando el camino para una adaptación rápida a pedidos con dato variable sin costes adicionales.
Con la mirada puesta en el futuro, la verdadera pregunta es: ¿Qué deparará el futuro para la industria de etiquetas y envases? ¿Cómo operarán los profesionales en este sector en los próximos años y qué transformaciones se proveen? Si bien nadie puede predecirlo con total certeza, hay varias tendencias que nos dan una idea del camino que seguirán.
La digitalización definirá todo el proceso
La digitalización está destinada a impactar en cada aspecto del proceso de producción. Aunque seguimos viendo cómo nuevos participantes logran avances y algunos convertidores de etiquetas se vuelven 100% digitales, todavía hay un camino por recorrer en comparación con las 2.000 máquinas HP Indigo en funcionamiento en la industria de etiquetas y envases.
Sabemos que, al adoptar procesos digitales en toda la cadena de producción, desde la impresión hasta el producto final, la industria tiene la oportunidad de obtener ventajas significativas en términos de productividad, reducción de residuos y sostenibilidad. Los pedidos se ejecutarían más rápidamente y todo el sistema avanzaría hacia cero existencias y cero residuos, con menos almacenamiento en toda la cadena de suministro y, en última instancia, una mayor eficiencia y un menor impacto ambiental tanto para los convertidores como para sus clientes. Un proceso 100% digital conduciría a una disminución en los defectos de calidad, errores que resultan en residuos y destrucción de valor.
Las líneas de producción inteligentes están en aumento. Estamos trabajando hacia un futuro donde un trabajo puede completarse en solo unas pocas horas y puede estar listo para ser entregado poco después. Pero alcanzar esta visión de un ecosistema de producción completamente digitalizado requiere superar dos desafíos críticos: la estandarización de los formatos de archivo y la comunicación fluida entre las máquinas. La capacidad de trabajar desde archivos digitales unificados que contengan tanto especificaciones técnicas como datos comerciales agilizará la gestión de pedidos y facilitará una respuesta rápida a las necesidades del cliente. De manera similar, una mayor conectividad entre las máquinas permitirá la monitorización y la optimización en tiempo real de los procesos de producción, impulsando la eficiencia y el rendimiento. Estos dos desafíos no son de ninguna manera insuperables y drupa 2024 seguramente será un momento en el que escucharemos y veremos más detalles al respecto.
En la industria del embalaje, la información fluye a nivel de máquina transfiriendo datos a lo largo del flujo de producción y a las Interfaces Hombre-Máquina (HMI) para que los operadores puedan controlar la máquina y monitorizar su rendimiento. Estos datos también se alimentan en los sistemas ERP y en una infraestructura en la nube donde se utilizan para comprender si una máquina, una línea o incluso fábricas enteras están funcionando bien o no. El cálculo de rentabilidad depende de esto hoy en día. Grandes empresas más allá de la impresión, con decenas de fábricas en todo el mundo, operan cientos de líneas de producción y utilizan esta información para comparar el rendimiento de sus emplazamientos. Muy pronto podríamos anticipar que los convertidores operarán de manera similar: midiendo el rendimiento de sus líneas de producción, la tasa de inactividad de sus prensas, el número y tipo de averías que experimentan, el consumo de consumibles, el tiempo de ejecución del trabajo y los costes de producción.
La robótica y los sistemas inteligentes gestionarán los flujos
En una era donde la diferenciación de productos y la producción bajo demanda se han vuelto primordiales, el número de sustratos, películas, imprimaciones, tintas y otros recubrimientos a adquirir, almacenar y utilizar aumenta constantemente. Una producción eficiente no puede pasar por alto una gestión óptima de todos los flujos de materiales y suministros. Mientras miramos hacia el futuro, el papel de la automatización y la robótica en la gestión de los flujos de materiales dentro de las fábricas también se volverá cada vez más prominente. Registros precisos y en tiempo real de todo lo que entra y sale del área de producción son críticos, y, podemos esperar que los sistemas ERP de las empresas de impresión integren cada vez más la trazabilidad de estos elementos y productos terminados de manera más eficiente, desde el momento en que salen de las máquinas hasta el almacén para un envío rápido.
La logística dentro de las áreas de producción de impresión también evolucionará para incluir vehículos de transporte. Los Vehículos de Guiado Automático (AGVs) y los Robots Móviles Autónomos (AMRs) están listos para revolucionar la logística dentro de las instalaciones de impresión, ofreciendo beneficios como una gestión de inventario y una productividad mejorada, así como una reducción de la dependencia de la mano de obra humana. Al integrar estas tecnologías en los flujos de trabajo de producción, los fabricantes pueden lograr una mayor eficiencia y capacidad de respuesta a las demandas cambiantes. La industria automotriz ya está a la vanguardia en el uso de estos sistemas, mientras que la industria de impresión y embalaje apenas está comenzando a adoptarlos. En los próximos cinco a diez años, esperamos ver que nuestra industria sigue este ejemplo.
¿Y la capa final definitiva?
Después de los flujos entre convertidores y envasadores, la última etapa de esta evolución implicará a los minoristas y los consumidores. En aproximadamente una década, podemos esperar que flujos completos de producción sean gestionados automáticamente por máquinas y robots, con un mínimo de intervención humana y la trazabilidad será completa. Tanto los intercambios digitales como físicos entre el pedido del consumidor a los minoristas y a las fábricas y almacenes serán fluidos.
Es solo cuestión de tiempo que sea el consumidor quien active el pedido en el mismo momento en que compra el producto en la tienda o de forma online. La transacción financiera iniciará una serie de órdenes inversas que llegarán a la cadena en el momento en que se venda un producto, desde el minorista hasta el productor, hasta el ERP del convertidor, que instruirá a la prensa para fabricar el tipo adecuado de envase y etiqueta. En cuestión de días, el convertidor puede fabricar todo el envase y las etiquetas requeridos para los productos vendidos y enviarlos proveedor de envasado, quien habrá fabricado los productos y los habrá enviado al minorista, permitiéndole reponer casi instantáneamente sus existencias. Con estos flujos digitales y operando un modelo de cero existencias, los impresores podrán gestionar mejor los recursos, impulsar la sostenibilidad y, por último, tener una mayor rentabilidad.
La inteligencia artificial desempeñará un papel determinante
Finalmente, el futuro de la impresión no puede pasar por alto la Inteligencia Artificial (IA). La integración de la IA promete mejorar aún más la eficiencia operativa y el control de calidad, detectando errores y corrigiendo el trabajo de sistemas de impresión, decoración o corte por sí sola. Los algoritmos impulsados por IA también pueden optimizar el rendimiento de las máquinas, prever las necesidades de mantenimiento e incluso ayudar en los procesos de toma de decisiones. Desde el control de calidad hasta el mantenimiento predictivo y la optimización de la cadena de suministro, la IA tiene el potencial de revolucionar cada aspecto de la industria de la impresión y el embalaje.
Los convertidores de etiquetas están en primera línea
En este contexto de rápida evolución, las etiquetas y los envases están a la vanguardia de la innovación. Como el primer sector en experimentar su revolución digital hace treinta años, la industria está bien posicionada para adoptar las tecnologías emergentes. Los próximos veinte años prometen un cambio de paradigma en la forma en que se conciben y ejecutan la impresión y el envasado. Con la digitalización, la automatización y la optimización impulsada por la IA, la industria está lista para entrar en una nueva era de calidad, versatilidad, productividad, sostenibilidad y rentabilidad. Mientras navegamos esta revolución inteligente, una cosa está clara: el futuro de la impresión y el embalaje es prometedor, y las posibilidades son ilimitadas.