Redacción Alabrent
swissQprint fabrica sus máquinas para que sean robustas. Las piezas de desgaste están diseñadas para un uso de al menos diez años funcionando en dos turnos. En realidad, más de 300 impresoras de mesa plana swissQprint con más de diez años de antigüedad se siguen usando a diario, algunas de ellas en tres turnos. Y el fabricante no solo continúa brindando soporte para el software, sino que también suministra repuestos y tintas. “Nuestro objetivo es dar servicio a los clientes durante el mayor tiempo posible y, si es necesario, buscar productos sustitutos”, afirma el responsable de desarrollo, Marc Baumgartner.
Para muchos usuarios, las impresoras son la columna vertebral de la empresa, tal como demuestran estos dos ejemplos.
Nolina applica sigue produciendo con la primera Oryx
Nolina applica, de Rickenbach ZH, Suiza, usa dos impresoras de mesa plana de swissQprint, ambas Oryx de primera generación, fabricadas en 2010 y 2008, respectivamente. De hecho, la última Oryx es la primera máquina que swissQprint instaló en su día. Gogo Gärtner, gerente de Nolina applica, se la compró en 2014 al primer dueño, que era alemán, porque necesitaba urgentemente aumentar su capacidad de producción. La impresora Oryx que había comprado nueva cuatro años antes seguía funcionando impecablemente. “Acabábamos de renovar el taller y teníamos un presupuesto limitado para una segunda máquina”, explica. “A día de hoy, la inversión está más que amortizada”.
Las dos directoras generales actuales de la empresa, Nives Alexandra Pally y Muriel Flühmann, lo confirman: “Nos planteamos comprar una nueva máquina a principios de este año, pero mantenemos nuestras dos impresoras, porque estamos muy satisfechas y sabemos lo que dan de sí”.
“Nada es imposible” es el lema del equipo de 12 personas que conforma Nolina. Siguen investigando hasta dar con una solución. Y en este sentido las dos máquinas de swissQprint juegan un papel clave, porque imprimen todos los materiales posibles y los aparentemente imposibles, también. Incluso paneles de linóleo o latón, chapa de piedra, madera y tela.
“A veces se ríen de nosotros y nos dicen que nuestras impresoras son piezas de museo”, confirma Nives Pally. Ella se lo toma con calma. “Nuestras dos máquinas swissQprint están en las mejores condiciones y son absolutamente fiables”. Nunca han tenido que cancelar un pedido porque una máquina no funcionase. “A diferencia de otros dispositivos, con swissQprint las visitas del servicio técnico se pueden planificar y los costes están claros”, agrega Muriel Flühmann; “Nos revisan las impresoras varias veces al año, por lo que podemos producir sin interrupciones”. Las intervenciones técnicas a lo largo de los años se pueden contar con los dedos de una mano. Así que: “¿Qué sentido tendría reemplazar algo que va tan bien?” Gogo Gärtner agrega: “Para mí, ambas máquinas son piezas centrales”.
Logo Reklamen despega con una Impala de segunda mano
En la primavera de 2023, Logo Reklamen, de Mollis, Suiza, recibió un Impala swissQprint de primera generación fabricada hace once años. Röbi Hefti es el gerente de la pequeña empresa: “Me gustaría lanzar un nuevo producto al mercado y volver a pisar el acelerador a fondo”.
Después de una crisis antes y durante la pandemia, hoy vuelve a tener clara su visión. Le gustaría volver a empezar a los 60, antes de que llegue el momento de jubilarse dentro de un par de años. En 2025 tendrá lugar un gran evento nacional (ESAF) a dos pasos de la empresa. Röbi Hefti se lleva bien con los organizadores y espera recibir pedidos. Además, está trabajando en un nuevo producto que quiere lanzar aprovechando la ocasión. Y para ello necesita una impresora UV. Hace dos años vendió la última que tuvo, una impresora híbrida de otra marca, por sus constantes fallos, problemas y altos costes de mantenimiento.
La oferta por la impresora de mesa plana Impala usada llegó en el momento adecuado. swissQprint trajo la Impala a Mollis en la primavera de 2023 y reacondicionó el equipo. “Está en perfectas condiciones”, afirma Röbi Hefti, “y nos encaja a la perfección porque me encanta la versatilidad”.
El operario, Oliver Hüni, es un serigrafista experimentado que también ha trabajado con otras impresoras de mesa plana. Está encantado: “La Impala es muy fácil de usar y muy clara”. Actualmente está dando sus primeros pasos con los acabados de barniz. “Los técnicos de swissQprint me dieron una formación sólida y siempre están disponibles si tengo alguna pregunta”.