Redacción Alabrent
Como resultado, a día de hoy, el eslogan de Embalpaços, "sin cantidades mínimas", ejemplifica a la perfección uno de los principales valores diferenciales de la empresa portuense, en el que el abordaje de la transformación digital ha sido fundamental. De hecho, en estos momentos, la empresa estima que el 70% de sus procesos están ya digitalizados; y según señala João Castelo, director general de Embalpaços, la correcta planificación de este proceso fue clave para su exitosa implementación: comenzaron por la digitalización del acabado, continuaron con la digitalización de la decoración de las aplicaciones -fundamental para producir de forma rentable pequeñas tiradas, versionados y prototipos-, y, posteriormente, afrontaron la de los procesos de preproducción y de las funciones administrativas.
Así que, en el modelo de negocio de Embalpaços, la incorporación de la impresión digital ha sido fundamental. De hecho, en opinión del señor Castelo, los fabricantes de maquinaria de impresión digital ocuparán un papel protagonista en el sector del cartón ondulado durante los próximos años, y subraya el potencial de los pequeños y medianos productores y convertidores de envases y embalajes, ya que "desempeñarán un rol central, dados los cambios en la demanda del consumidor y de las marcas, y el proceso de concentración de los grandes convertidores, que difícilmente pueden dar respuesta a determinados tipos de pedidos".
En este sentido, Embalpaços sigue siendo, a día de hoy, un pionero en el desarrollo de una estrategia basada fuertemente en las oportunidades que ofrece la digitalización dentro del sector del cartón ondulado en el mercado ibérico.
Cuando comenzó esta aventura, la oferta de soluciones digitales capaces de dar una respuesta en términos de calidad y productividad, que cubriesen sus necesidades y que hubieran sido desarrolladas para la producción de aplicaciones de cartón ondulado, era muy limitada. Sin embargo, después de analizar distintas opciones, apostaron por incorporar una unidad Rhopac de Durst en 2014. Cuatro años más tarde, en 2018, renovaron su partnership al sustituir este equipo por una de las soluciones icónicas de la empresa tirolesa, una unidad Rho 1000, que actualmente sigue ocupando un papel fundamental. "Durst ha sido un compañero crucial en este viaje. Además de la calidad de sus equipos, hay que destacar el funcionamiento de su servicio de asistencia técnica... garantizamos tiempos de respuesta de dos a tres días, así que tenemos que contar con proveedores que también nos ofrezcan una respuesta rápida y eficaz ante cualquier eventualidad que pueda surgir", comenta el señor Castelo a propósito.
Mirando a futuro, Embalpaços quiere seguir ahondando en esta transformación que comenzó hace ocho años; por eso, ya está planificando la digitalización y automatización de algunas cuestiones de carácter logístico. Para João Castelo, gracias precisamente a los cambios que la empresa ha experimentado en los últimos años, han sido capaces de optimizar sus recursos y, en concreto, su estocaje. Ambas, cuestiones críticas para garantizar una respuesta en "tiempo real" a las necesidades de sus clientes de forma rentable e independientemente del volumen del pedido; aspectos en los que van a seguir profundizando y que marcan la diferencia de esta empresa portuguesa que afronta, desde una visión de excelencia, todo tipo de proyectos.