Redacción Alabrent
Porque los tiempos de crisis estimulan la innovación que ha demostrado ser el camino más corto y efectivo para solucionar los problemas y encontrar soluciones para las personas. Un buen ejemplo lo tenemos en la impresión 3D que ha demostrado ser una tecnología ágil y flexible, capaz de apoyar una cadena de suministro resistente, impulsar la transformación digital y fomentar las prácticas sostenibles.
Y es que en 2022 todo cambia y las empresas y los consumidores exigirán cada vez más productos más sostenibles, lo que influirá en las estrategias de producción en las cadenas de suministro de las organizaciones. Es por ello que la impresión 3D proporciona modelos de fabricaciones más sostenibles, desde el diseño que elimina el exceso de peso y residuos, hasta la producción local que conduce a una menor huella de carbono.
Un buen ejemplo es L'Oréal, que ha trabajado de la mano de HP para aumentar la flexibilidad de su producción, creando envases más sostenibles y mejorando las experiencias de los clientes, consiguiendo ser más eficiente y ágil a la hora de gestionar los cambios.
Además de apoyar los objetivos de sostenibilidad que demandan los usuarios, la fabricación digital también impulsará la innovación y creará un nuevo valor, especialmente en sectores como el de la salud y el bienestar, que tan importantes han sido en los últimos tiempos.
Cabe señalar también que, con motivo de la pandemia, y de cara a 2022, las empresas han comenzado a desarrollar nuevas estrategias para proteger las cadenas de suministro con el fin evitar futuros problemas en la producción. Las soluciones avanzadas de impresión 3D pueden ayudarles a acelerar esta transformación y ser una alternativa a las cadenas de suministro tradicionales de muchas industrias, haciéndolas más eficientes y flexibles. Un futuro que vendrá marcado por nuevos ecosistemas y alianzas que permitirán ofrecer más valor a los clientes finales.