Redacción Alabrent
Los productos higiénicos y sanitarios fabricados con la celulosa de Ence Navia, que son de vital importancia para superar la pandemia, juegan un papel muy importante en las medidas de prevención para evitar contagios. Debido a este carácter esencial, se ha garantizado igualmente la creación de actividad y se favorece la continuidad de miles de puestos de trabajo en diferentes sectores, como el de la celulosa, el forestal y el logístico.
Desde el mes de febrero, cuando Ence comenzó a aplicar, de forma temprana, su protocolo de prevención contra el coronavirus, en la biofábrica de Navia se realizaron 283 contrataciones, que afectan a 119 personas. Estas contrataciones se deben a diversos motivos, como pueden ser el refuerzo de plazas específicas alentado por el citado protocolo, la creación de equipos específicos para mantener retenes y limitar el contacto, la cobertura de bajas, o los trabajos incluidos dentro de la parada anual de la planta, efectuada a finales del mes de julio y principios del mes de agosto.
La compañía ha trabajado, de esta manera, para contribuir al mantenimiento de la actividad económica, protegiendo y asegurando el 100% de los puestos de trabajo que genera en Asturias, y también a lo largo de todo el territorio nacional, bajo unas estrictas medidas de seguridad, lo que ha permitido mitigar, en la medida de lo posible, los efectos de la crisis sanitaria.
Para Ence, cuya actividad se basa en el suministro de celulosa y la generación de energía renovable, mantener su producción ha sido una cuestión de responsabilidad hacia la sociedad, dada la importancia que durante esta situación ha cobrado el suministro a la población de estos dos productos. Especialmente de papel tisú, principal destino de la celulosa de Ence, que constituye una parte importante en las medidas higiénicas necesarias para prevenir y combatir al Covid-19, ya que con él se fabrican productos tan necesarios como mascarillas, batas y el papel industrial e higiénico.
Todo ello reafirma el importante papel que ha jugado y jugará el tejido industrial nacional frente a la crisis sanitaria. Empresas como Ence, que apuestan por mantener sus plantas y establecimientos en España a pesar de la constante deslocalización que vivimos actualmente, han permitido amortiguar el impacto de la pandemia en el tejido productivo y el empleo del sector industrial, asegurando el autoabastecimiento y creando una reserva estratégica que permita estar prevenidos ante las excepcionalidades que puedan surgir.