Redacción Alabrent
El Seminario, propiedad del Episcopado de Vic, es heredero de una larga tradición formativa. Fundado en 1749 por el obispo Manuel Muñoz-Guil, lleva más de 250 años formando sucesivas generaciones de jóvenes. Especialmente, durante el siglo XIX, el Seminario se convirtió en el principal centro educativo de la ciudad, la comarca y, en muchos casos, llegó a atraer a estudiantes de otras parroquias de la diócesis. A mediados de ese siglo, superó los 1.200 estudiantes.
Fue en las aulas del Seminario donde se formaron jóvenes que tuvieron un papel trascendental en nuestra sociedad, en la historia y la cultura. Jacint Verdaguer, Jaume Collell, Narciso Verdaguer, Antonio M. Claret, Jaume Balmes, Mariano Puigllat, Martí Genís, son una muestra selecta de los prohombres que han vivido y proyectado su vida teniendo el Seminario como punto inicial y vital de su formación.
El actual edificio del Seminario, donde residen los diferentes talleres de Gràfiques Diac, fue inaugurado en 1949. Hoy, después de años de transformaciones y cambios, el Seminario de Vic sigue siendo un espacio formativo abierto a entidades y personas que creen en la formación y la cultura como piezas clave del cambio y la mejora en nuestra sociedad.
Profesionalidad y nivel tecnológico
Gràfiques Diac se encuentra en un momento de gran equilibrio. Dispone de una plantilla con la formación necesaria, experiencia, buen criterio y los equipos técnicos adecuados. “No sirve la buena voluntad”, nos comenta Raimon Casals, gerente de la imprenta. ”Un impresor ha de ser un elemento crítico, capaz no solo de conocer los procesos de producción sino también de controlar las capacidades de los diferentes materiales. Actualmente nosotros tenemos que exigir a nuestro maquinista que reconozca, por ejemplo, las características de los diferentes papeles. Nuestros libros requieren que se pueda escribir en ellos; necesitamos que la tinta de un bolígrafo no migre, que un lápiz no resbale, o que un niño pueda borrar y no estropee la impresión. Las soluciones siempre requieren conocimientos.”
Un servicio integral como estrategia
Gràfiques Diac es una imprenta con más de 60 años de historia que inició su andadura con la impresión tipográfica y que ahora ofrece un completo servicio con su Speedmaster 4 colores y sus equipos digitales. Con los cuatro cuerpos de impresión del nuevo equipo offset, la imprenta completa su capacidad productiva.
Diac ofrece a sus clientes servicios de gestión editorial, diseño, maquetación, impresión en offset y digital e incluso puede ocuparse de la distribución. Diac funciona en muchos casos como una editorial, aprovechando sus canales de distribución y dándole al cliente un servicio completo. Pero una de sus grandes ventajas radica en la flexibilidad de sus estructuras; el diseño y la maquetación son herramientas poderosas que muchas veces han captado potenciales clientes; en otros casos, han sido simples servicios que no han llegado a verse plasmados en el papel; el paraguas editorial permite a esta imprenta situar el producto directamente en la librerías.
Es verdad que a veces el servicio conlleva la necesidad de disponer de procedimientos que den como resultado una trayectoria parametrizada durante todo el proceso, desde el diseño hasta que el último pliego sale de la máquina. “Todo este flujo”, explica Raimon Casals, “ha mejorado enormemente con la nueva Speedmaster. Si tienes un buen equipo, tienes la llave para conseguir un buen producto. Siempre hemos utilizado equipos Heidelberg, pero el poder disponer de los cuatro cuerpos de impresión nos da una garantía inmediata sin necesidad de densitómetros u otras herramientas. Podemos comprobar el resultado de las cuatro tintas en la misma salida a pie de máquina. El hecho de tener una buena base de maquinaria nos está dando mucha seguridad.”
Especialización y mercado
La empresa es propiedad del Episcopado de Vic y es esta entidad la que, con 22.000 ejemplares al año, fundamenta la cartera de pedidos. Esta base de producción editorial estable, con una temporalidad muy definida, da la opción a Diac de gestionar su bolsa de tiempo sobrante como una imprenta comercial más. Independientemente de este perfil de empresa comercial, Raimon Casals reconoce que hay un cierto nivel de especialización en torno al libro educativo. Existe un amplio conocimiento referenciado sobre este entorno y, actualmente, un 60% de la producción son libros y material impreso para escuelas, principalmente del mercado catalán.
Digitalización de los libros
“Hace un par de años”, nos comenta Raimon Casals, “parecía que las plataformas digitales iban a desbancar al libro en papel e incluso se intuía un cambio en la forma de aplicar los contenidos en las aulas. En la práctica, los contenidos digitales no han funcionado como entidad independiente; actualmente, los libros digitales son un complemento que ha encontrado su espacio, pero que en ningún momento han sustituido a los libros tradicionales. Los profesores entienden el libro como necesario, porque genera sinergias importantes durante la vida del alumno. Las anotaciones, los ejercicios, la facilidad de la consulta hace que el libro adquiera un valor. La tecnología avanza, pero el libro mantiene una importancia estratégica. El valor del libro impreso ha sido tema de debate entre los equipos directivos y las diferentes comunidades implicadas, y las conclusiones han sido categóricas a la hora de darle el valor que le corresponde. El libro de texto también ha evolucionado y ha de seguir haciéndolo, jugando su papel de la mano de los recursos digitales.”
“Actualmente no se imprime ningún libro en el que el alumno no deba escribir, desarrollar ejercicios o ampliar contenidos. El libro de texto se convierte de esta manera en un elemento adaptado a los tiempos, más respetuoso con el medio ambiente, intransferible, personalizado y perdurable en el tiempo. El sistema va definitivamente hacia un modelo híbrido de materiales, pero el libro impreso tiene aún mucho recorrido en el mundo educativo.”