Redacción Alabrent
"Cuanto más desapercibida pasa una tecnología, mejor", afirma David Clémenceau, coordinador técnico del Grupo Bourquin en Couvet (Suiza). Con la nueva bomba peristáltica de BOBST, su deseo ha sido satisfecho: "Instalamos una hace 8 meses y, desde entonces, no ha sido necesario realizar ninguna intervención. Simplemente gira, eso es todo". Su satisfacción no sorprende: BOBST ha seleccionado cada uno de los componentes de su nueva bomba peristáltica para optimizar su utilización.
El Grupo Bourquin es una empresa de talla nacional fundada hace más de 125 años. Especializada en el embalaje a medida para el sector alimentario, propone asimismo una oferta generalizada. Además de su fábrica histórica de Couvet, cuenta con otra de mayores dimensiones en Oensingen, en el cantón suizo de Soleure.
La diferencia con las bombas clásicas con que van equipados los 8 grupos de impresión restantes de la fábrica se hizo patente de forma muy rápida para David Clémenceau. En primer lugar visualmente, ya que únicamente sobresale un cuadrado de 20x20 cm y 5 cm de grosor. "No se ve y, a diferencia de las bombas clásicas, no se escucha y no se avería nunca".
La nueva bomba peristáltica resulta, asimismo, muy fácil de utilizar: "Es posible ajustar fácilmente y con gran precisión el caudal de tinta. Nuestros operadores no han precisado formación alguna. La limpieza resulta asimismo muy sencilla: el empalme al tubo de agua se realiza en un paso".
Las bombas clásicas suponen un gasto elevado en aire comprimido. La bomba de BOBST no consume aire comprimido. "Recupera muy bien la tinta, lo que permite obtener un ahorro sustancial".
Ahorro de tinta, ahorro de agua y ahorro de tiempo. La nueva bomba peristáltica de BOBST resulta ser un excelente medio para reducir los costes de impresión, con un retorno de la inversión muy rápido.