Redacción Alabrent
El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística, ITENE, participa en un proyecto europeo que utiliza algas marinas para la fabricación de un recubrimiento destinado a envases alimentarios, principalmente para aquellos que deben transportar alimentos con elevado contenido en grasas, como jamón o queso, y para platos preparados.
Los resultados de los primeros ensayos indican que la incorporación de algas marinas y almidón al papel y cartón ofrece propiedades positivas en el mantenimiento de estos alimentos.
El proyecto consiste en el uso de algas marinas y almidón, junto al papel y cartón, para obtener un material consistente y que permita su uso en contacto con alimentos, especialmente aquellos con mayor contenido en grasas como embutidos, quesos o alimentos precocinados. Estos envases podrían recubrir los alimentos y serían 100 % sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
En esta primera etapa del proyecto, los técnicos de varias instituciones europeas que participan en él, han realizado diferentes ensayos como medidas de viscosidad, espesor, densidad, propiedades mecánicas, propiedades de barrera a las grasas de los alimentos, así como de homogeneidad del recubrimiento.
Proyecto europeo
Este proyecto, denominado Plantpack, financiado por el 7º Programa Marco de la Unión Europea, se centra en el desarrollo de formulaciones a base de extractos de algas y otros productos como almidón para uso alimentario, aplicadas a los envases de papel, cartón y cajas de cartón y para sustituir a los recubrimientos actuales, realizados con cera petroquímicas.
La ventaja principal del uso de productos de origen natural, como es el extracto de algas y el almidón, es su sostenibilidad medioambiental, frente a los derivados del petróleo, cuyo precio se ve sometido a constantes oscilaciones. Asimismo, el uso de recubrimientos naturales mejora las características de sostenibilidad y biodegradabilidad, tanto del recubrimiento como del envase final desarrollado.