Redacción Alabrent
La gestión profesional del color no solo mejora la calidad visual de la obra, sino que también optimiza el flujo de trabajo. Imagina dedicar horas a una edición fotográfica o a una propuesta de diseño, solo para darte cuenta de que los colores se ven completamente diferentes en otras pantallas o impresiones. Este tipo de situaciones, lamentablemente frecuentes, generan frustración y retrasos innecesarios. Comprendemos la relevancia de este problema y consideramos esencial apoyar a los creativos para que puedan gestionar el color de manera adecuada.Una buena consistencia en el color es fundamental para evitar sorpresas desagradables. Por eso, recomendamos a los profesionales del arte digital que presten atención a tres aspectos clave. En primer lugar, la calibración del color. Utilizar herramientas como un colorímetro o un espectrofotómetro te permite ajustar la pantalla para asegurarte de que los colores que ves son lo más cercano posible a la realidad. Es importante también prestar atención al brillo, el contraste y la temperatura de color. En segundo lugar, el uso de perfiles de color que juegan un papel vital. Se encargan de que las características únicas de cada dispositivo se tengan en cuenta, facilitando una experiencia visual armonizada. Esto asegura que los tonos vibrantes que ves en tu pantalla se traduzcan de manera fiel a otros medios. Por último, la iluminación. Trabajar en entornos con buena iluminación, ya sea en interiores o exteriores, evita que la percepción del color se vea distorsionada.
En un flujo de trabajo gestionado por color, los creativos deben asegurar una consistencia de color precisa en todos los dispositivos y medios para lograr el resultado visual deseado. Los puntos clave a tener en cuenta incluyen mantener los monitores calibrados, comprender los espacios de color y configurar los perfiles ICC adecuados para cada medio de salida. Es crucial usar consistentemente el espacio de color correcto (como sRGB, Adobe RGB o CMYK) dependiendo del formato final, ya sea para web, impresión o video. Los creativos también deben ser conscientes de los posibles cambios de color al convertir entre espacios, especialmente al pasar de una gama de colores más amplia (como Adobe RGB) a una más estrecha (como sRGB). Revisar las pruebas de color y las pruebas en pantalla ayuda a anticipar y ajustar cualquier discrepancia.
Asegúrate de que tu pantalla cubra los espacios de color necesarios lo más cerca posible del 100%. La precisión del color es crítica, a menudo medida por Delta E, donde un Delta E más bajo indica una mayor precisión de color y una desviación mínima. Las pantallas con valores de Delta E por debajo de 2 generalmente muestran colores con precisión sin cambios visibles, asegurando una reproducción de color consistente en diferentes pantallas calibradas. Para los profesionales que trabajan con múltiples monitores, una representación de color precisa y consistente es esencial para mantener la fidelidad visual a lo largo del flujo de trabajo.
La tecnología es una aliada en el proceso creativo, pero solo cuando está bien alineada con las necesidades del artista. Contar con los equipos adecuados, y sobre todo con herramientas que permitan gestionar el color de manera eficiente, es primordial para que los creativos puedan centrarse en lo que realmente importa: su arte. En Wacom, estamos comprometidos a proporcionar estas herramientas. Sabemos que cada color cuenta una historia, y cada historia merece ser contada con la máxima pasión y precisión. Al final, todo se reduce a que el arte y la tecnología trabajen juntos para potenciar la creatividad sin límites.