Javier López
El discurso de Dario Urbinati es confiado, consistente y poliédrico, fruto de su dilatada experiencia en el sector. Este viejo conocido de Gallus Group (fabricante internacional de impresoras de etiquetas y prensas de cartón plegable, subsidiaria de Heidelberg y con sede en Suiza) –fue su director de ventas y servicios en 2007 y uno de los artífices de su expansión en Asia durante nueve años– ha sido nombrado CEO de la compañía con el objetivo de capitanear su transformación digital y asentamiento internacional.
Tiene casi 20 años de experiencia en la industria, comenzó en Gallus en 2007 y en su carrera ha trabajado para diferentes empresas y mercados. Ahora afronta su mayor retro profesional.
Así es, mi relación con Gallus se remonta a 2007 como director de ventas y servicios, una etapa que me permitió conocer a fondo el ecosistema del mundo de la impresión. También fui uno de los responsables de la expansión de la compañía en Asia y fui director de la compañía en el sureste asiático en 2011: Corea, Singapur, India... Más adelante también trabajé para Heidelberg, Altana en Israel y tuve el placer de contribuir a la puesta en marcha de Actega Metal Print en Hannover (Alemania), donde contribuí al lanzamiento y comercialización de su innovadora tecnología de metalización sostenible
Aterriza en Gallus en un momento importante ya que la compañía presenta la Gallus One, una potente solución para el mercado de las etiquetas ¿Qué destacaría de esta máquina?
Gallus One ofrece una solución completa de etiquetas digitales, que incluye todo el software y el hardware necesarios para producir etiquetas digitales rentables y de alta calidad. Todo ello con el más alto nivel de automatización y un coste total de propiedad muy competitivo. Es una impresora de gran calidad que puede alcanzar los 1200 puntos por pulgada en su pase de impresión e imprimir 70 metros por minuto. Estará en el mercado en primavera y con muchas garantías de éxito. Hemos estado testeando cuatro máquinas en distintos escenarios para acabar de ajustar sus parámetros y rendimiento, y asegurar que la solución es 100% estable.
¿Qué expectativas tienen con esta nueva solución?
Sabemos que Gallus One tiene mucho potencial y creemos que puede definir el futuro de la compañía, de hecho, ya estamos desarrollando productos digitales complementarios a esta solución. Queremos construir un ecosistema de máquinas alrededor de la Gallus One, así que confiamos plenamente en su rendimiento y creemos que va a ayudar a los convertidores de etiquetas a ser más competitivos.
¿Cuál es su estrategia a corto plazo en la dirección de Gallus Group?
Hemos trabajado mucho las relaciones con el mercado en los últimos tiempos, modificando los modelos de negocio y preparando nuestra compañía para la transformación digital. En términos operativos hemos hecho cambios en áreas importantes, hemos reforzado la atención al cliente e impulsado iniciativas comerciales y de marketing, entre otros aspectos. También hemos introducido un ambicioso programa de sostenibilidad, con el compromiso de lograr que nuestros productos alcancen la neutralidad en carbono. Nuestra estrategia es global. Gallus está presente en los cinco continentes (América, Europa, Asia, Australia, Sudáfrica) y consideramos importantes todos los mercados.
El 2023 parece que va a estar marcado por factores macroeconómicos que pueden influir en la industria: el coste la energía, la inflación, el precio y disponibilidad de determinados componentes. ¿De qué modo afectan estas circunstancias a Gallus Group?
La adaptabilidad está siendo una constante en la industria. Salimos de un proceso post-pandémico y nos enfrentamos a la escasez internacional de componentes. Ahora vivimos en un escenario con las variables mencionadas. Siempre habrá factores que influencien el devenir de nuestra compañía. En este contexto creo que lo más importante es trabajar con una amplia gama de productos, como hacemos en Gallus Group, que permitan adaptarte al mercado, las necesidades de los clientes, y sus circunstancias
Uno de los cambios más profundos de la industria ha sido la manera de comunicarse entre las empresas y los clientes. Parece que las expos no son tan relevantes a la hora de conectar con los clientes ¿Cuál es su postura?
Gallus es una empresa con gran tradición y que valora mucho el contacto con los clientes. Eso nos ha llevado a desarrollar nuestro propia “customer center” (centro de experiencia) en San Galo (Suiza). Este centro estará totalmente operativo esta primavera y ha sido diseñado específicamente para fomentar la colaboración con todo el sector. Pretende ser un espacio de encuentro para que clientes, fabricantes y proveedores de todo el ecosistema se reúnan y compartan soluciones, además de desarrollar nuevas ideas que ayuden a resolver los principales problemas que afronta el sector y crear nuevas oportunidades.
¿Seguirán apostando por las ferias?
Es difícil trasladar todo este potencial comunicativo a una expo de tres días, pero somos conscientes de que necesitamos escenarios propicios para demostrar todo el potencial tecnológico y competitivo a nuestros clientes. Hay opiniones divididas sobre la influencia de las expos, pero debemos estar abiertos a todo tipo de escaparates.
El sector del packaging y las etiquetas están viviendo un momento muy creativo. Las empresas están entendiendo el potencial de las etiquetas y el packaging para conectar con la audiencia. ¿Qué tendencias prevé para el futuro inmediato?
El elemento más importante que está definiendo el sector de las etiquetas es la sostenibilidad. Y Gallus entiende la sostenibilidad como un compromiso a todos los niveles más que una moda o un instrumento de márqueting. Las marcas piensan cada vez más en cómo producir de manera más sostenible en toda su cadena, y esto implica drásticamente al packaging.
¿Es compatible esta premisa con la necesidad de producir cada vez más rápido y a mayores volúmenes?
Es el gran reto ahora mismo, combinar la necesidad de producir más en menos tiempo, siempre teniendo en cuenta la necesidad de reducir el desecho. Es una tendencia macroeconómica imperante… El just in time y funcionar con stocks reducidos ayudan a producir (e imprimir) de manera más consciente y sostenible, produciendo únicamente aquello que vas a vender. Sea como sea, nosotros tenemos el Protocolo de Kyoto muy integrado en todas las fases de nuestro proceso. Queremos ser una compañía sin huella de carbono.
¿Cuál es su deseo personal al frente de la compañía?
He desarrollado buena parte de mi carrera profesional en Gallus y lo que siempre me ha movido es la pasión y el compromiso. Mi objetivo es transmitir eso a mi equipo y hacerlos partícipe en el camino hacia la transformación digital plena, siempre con la vista puesta en satisfacer las necesidades de nuestra base de clientes. A mi equipo me gusta decirles el siguiente lema: “No estamos transformando Gallus, estamos transformando la industria”.