Javier López
Vuelta a la normalidad tras la tormenta de la COVID-19. El pasado 12 de octubre, BOBST decidió dar un paso adelante en la industria y organizar un evento presencial para la prensa europea con el objetivo de presentar su nueva prensa flexográfica Máster DM5. Lo hizo en las instalaciones del convertidor italiano I.B.E., en la localidad de Verderio, en Lombardía. Las razones eran de peso, además de volver a conectar con los profesionales del sector -algo ansiado por todos después de tantos meses de webinars y conferencias en línea-, BOBST quiso compartir su estrategia de futuro en el sector de las etiquetas y mostrar en funcionamiento su flamante máquina flexográfica ‘todo en uno’.
El portfolio de impresión de etiquetas de BOBST (Master DM5, Mouvent LB702-UV, Master M5, Master M6, Vision M1) se encuentra en fase de ascenso dentro de la compañía y con unas líneas estratégicas muy claras para el futuro. Esas líneas fueron compartidas por François Martin, director de marketing y comunicación de BOBST y Patrick Graber, gerente de marketing estratégico. La principal conclusión: el digital ha venido para quedarse y ser determinante en el futuro de un sector al alza. El mercado de la impresión de etiquetas crece a un ritmo anual del 4,1% y se prevé que en el año 2022 alcance los 45.220 millones de dólares en todo el mundo. Todo ello, además, con la creciente demanda de las empresas por la personalización, elementos decorativos y seguridad. Imprimir etiquetas se ha convertido en un asunto muy serio.
“Los cambios se están produciendo más rápido de lo esperado”, apuntan desde la compañía suiza. Y una de las principales bisagras del cambio es la apuesta por la sostenibilidad por parte de las compañías (producir etiquetas sin revestimiento, usar tintas de base agua, buscar la reciclabilidad en los procesos…). Una tendencia que comparte protagonismo con otros temas definitorios como la flexibilidad y la agilidad (una exigencia para cualquier nuevo equipo que quiera competir en el mercado), la innovación en el packaging (mayor control del desperdicio, implantación de nuevos sistemas de trazabilidad) o diseñar máquinas cada vez más autónomas que puedan ser operadas por trabajadores con pocos conocimientos. Esto último lo recalca especialmente François Martin: “Los jóvenes que entran en la industria quieran operar sistemas más sencillos y amigables, y es una obligación para nosotros diseñar interfaces de usuario más limpias para conseguir que las nuevas generaciones se sientan atraídos por esta industria”.
Con todos estos indicadores encima de la mesa BOBST ha diseñado la Master DM5 -con tecnología flexográfica y chorro de tinta UV-, cuyo gran factor diferencial es su modularidad, ya que es una máquina que se puede adaptar a las exigencias y necesidades de cada convertidor. La Master DM5 es una solución ‘todo en uno’ que ofrece preparación, impresión, contraencolado, embellecimiento y conversión en una sola pasada. La ventaja competitiva de esta máquina es que se ha diseñado pensando en la automatización completa. La mayoría de los pasos manuales que normalmente se asocian a la impresión flexográfica, BOBST los ha automatizado con su tecnología DigiFlexo.
I.B.E Italia abre sus puertas para mostrar en funcionamiento la BOBST Master DM5
I.B.E forma parte del Grupo Spreafin formado por cinco empresas y con más de 250 empleados. Una de los impresores de etiquetas más importantes de Italia… “Y la única empresa que ha accedido a mostrar la Bobst Master DM5 en funcionamiento hasta ahora”, asegura Patrick Graber. “El resto de nuestros clientes no ha querido hacerlo para no desvelar su ventaja competitiva al mercado”, añade. BOBST tampoco quiere revelar el número de unidades instaladas de la DM5, pero asegura que tiene máquinas operando en España, Polonia y Estados Unidos -y que de momento se centrarán únicamente en potenciar su nueva solución en USA, Europa, México y Canadá-. El secretismo es un gran argumento de venta, pero lo cierto es que aseguran que tanto esta máquina como su Mouvent LB 702-UV, ofrecen unas márgenes de beneficio mucho más altos que otras soluciones. “Ya no hablamos de calidad y rapidez en las impresiones, es algo que ya va implícito en nuestros equipos de esta generación. Ahora hablamos, simplemente, de ganar mucho más dinero con nuestras soluciones”, añade François Martin.
La pregunta, pues, es obligada para Roberto Spreafico, director de I.B.E: ¿Estáis ganando más dinero con esta máquina? “¡Sí! Porque con ella podemos asumir muchos trabajos de media tirada, imprimir etiquetas para empresas de varios sectores (desde comida a cosméticos), y estamos consiguiendo mayores márgenes de beneficio con los resultados finales”, asegura.
La relación entre BOBST y el convertidor italiano se remonta a la edición del 2019 de Labelexpo Europe. Allí Spreafico, quedó impresionado, no sólo por la gran calidad de las impresiones de la Master DM5 -su resolución es de 1200 dpi con una velocidad de tirada de 100 metros al minuto-, si no también por la modularidad. Fue a LabelExpo buscando una máquina que le ofreciera preparación, impresión, contraencolado, opciones de embellecimiento y conversión en una sola pasada. Y la Master DM5 cumplía con todo lo que necesitaba.
I.B.E. produce etiquetas autoadhesivas, etiquetas multicapa y cubiertas retráctiles para una amplia variedad de clientes, sobre todo de los sectores alimentario, enológico y oleícola, del hogar y de la higiene personal, así como los sectores industriales, tanto en Italia como a escala internacional. Además de su especialización en este segmento, cada vez más, está apostando por ofrecer servicios de impresión de packaging flexible. Por eso no descarta en el futuro hacer crecer el sistema modular de la Master DM5 para abordar ese tipo de trabajos. “La modularidad de la impresora ha permitido que hayamos podido instalar una configuración única, híper automatizada, y que puede permitir upgrades en el futuro”, subraya.
Los sustratos que pueden imprimirse en la impresora incluyen etiquetas autoadhesivas -papel, PET, BOPP y PVC-, papel sin sustrato (mín. 80 g/m2), cartón ligero de hasta 180 g/m2 y, opcionalmente, material film sin sustrato. I.B.E. descubrió gratamente que la impresora puede utilizarse también para aplicaciones del sector del vino. Spreafico reveló: “Para algunas etiquetas de vino impresas en papeles texturizados, podemos sustituir la tecnología offset por la DM5”.