Redacción Alabrent
“Cuando en el año 2010 la situación económica en Walcher & Rees GmbH empezó a complicarse, decidimos readaptar la empresa“, Fabian Walz, gerente, describe la estrategia que llevó a introducir la máquina de POLAR. En este sentido, el interés se centró en cinco troqueladoras ya un poco anticuadas cuyo rendimiento, en opinión de los directivos responsables, no se adecuaba ya a los tiempos actuales. Se consideró que si se introducían nuevas unidades con la tecnología más actual, se podría reducir el número total de máquinas y a pesar de ello aumentar considerablemente la productividad.
Estrecha colaboración con POLAR
Buscando un socio con el que poder implementar mejor los requirimientos, no pudo ser más oportuna una oferta que POLAR Mohr hizo a la empresa. El fabricante de máquinas había presentado en la drupa 2012 el prototipo de un nuevo sistema de troquelado para el que estaban buscando un socio donde poder ponerlo en uso y probar su funcionamiento en condiciones reales de producción. Dado que en el ámbito de las guillotinas se llevaba trabajando exitosamente solo con POLAR desde hacía años y, además, se tenía la sensación de que los proveedores actuales estaban un poco por detrás de la empresa de Hofheim en cuanto a tecnología y rendimiento, nada impedía llevar a cabo el concepto y adjudicarlo finalmente a Walcher & Rees.
Numerosos efectos puntuales positivos
Actualmente, el desarrollo de la producción está concebido de manera que en primer lugar el material para etiquetas se corta previamente en tiras con una guillotina rápida de POLAR. A partir de dos tiras adyacentes se cortan paquetes de etiquetas individuales, seguidamente estos se separan y se llevan individualmente al sistema de troquelado DCplus. Después del troquelado, los paquetes de etiquetas son empujados automáticamente a la enfajadora de productos individuales BDplus donde son enfajados. Gracias a los procesos optimizados, el sistema DC-11plus logra actualmente hasta 24 paquetes por minuto, mientras que el modelo anterior solo alcanzaba un máximo de 16 paquetes. En Walcher & Rees ahora se puede producir en un turno según el pedido hasta nueve millones de etiquetas, mientras que antes con los mismos objetivos solo se lograban seis millones. En este sentido, como ventaja especial se contempla la capacidad de la máquina para cortar dos etiquetas de una vez. “Utilizamos la máquina especialmente con tiradas de varias decenas de millones y estamos muy satisfechos con ella”, comenta el Sr. Walz.
Flexibilidad
Por otra parte, los directivos responsables destacan positivamente la flexibilidad de la máquina en cuanto a formatos y su utilización. “Hoy en día podemos procesar de manera segura y fiable cientos de formatos de lo más diferentes y ello con un reajuste muy rápido”, comenta el Sr. Walz. La gran mesa, que frente a modelos anteriores es mucho más fácil de cargar y en la que es posible compensar previamente hasta tres postetas, aporta asimismo – a diferencia de máquinas anteriores –mayores posibilidades de ajuste, p. ej., en lo relativo a la inclinación, al giro o a la deformación del papel. El Sr. Walz dice que “tampoco debería olvidarse en este sentido la estabilidad y la construcción de la máquina en sí. Cuando los parámetros de producción han sido una vez ajustados, el material cortado se transfiere con cuidado y sin problemas a la zona de troquelado donde son procesados. Después, la máquina podría funcionar prácticamente de manera autónoma”.