Redacción Alabrent
Cada vez se demandan más y mejores prestaciones a los envases. Las preferencias de los consumidores se dirigen hacia el consumo de productos alimenticios "frescos y naturales", saludables, mínimamente procesados y convenientes, tanto desde un punto de vista nutricional –conservando todas sus propiedades nutritivas– como de su facilidad para prepararlos– listos para comer–. Además, los consumidores exigen mayor calidad, seguridad e información de los productos que consumen. En cuanto a la industria, se han producido una serie de cambios para satisfacer las demandas de los consumidores por un lado, y por otro, para adaptarse a la globalización de los mercados, lo que implica unas mayores distancias y tiempos en la distribución de los productos alimenticios.
El envase activo es una de las soluciones más eficientes contra el desperdicio de alimentación tanto para la industria como para el consumidor, puesto que reduce el residuo extendiendo la vida útil de los alimentos el doble de tiempo. Además, permite que productos perecederos tengan una distribución geográfica y comercialización mucho más amplia. Así, con este nuevo sistema de envasado, se da respuesta a las necesidades de los consumidores que exigen alimentos seguros y de alta calidad nutritiva y sensorial sin renunciar al producto natural.
Este tipo de envases pueden actuar sobre la temperatura con sistemas que favorecen el enfriamiento o el calentamiento del alimento, sobre el espacio de cabeza a través de absorbentes de oxígeno, etileno, vapor de agua, emisores de sustancias con capacidad antimicrobiana y reguladores de la humedad, o sobre la composición del alimento.
El Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística (ITENE) es un centro tecnológico sin ánimo de lucro que fomenta la investigación científica y la promoción de la sostenibilidad en los ámbitos del envase y del embalaje, la logística, el transporte y la movilidad. Desde hace más de 8 años, trabaja en el desarrollo de envases activos que permitan alargar la vida útil de los alimentos sin añadir aditivos. De esta línea de investigación, nacen 3 proyectos: el envase activo para carne roja, el envase activo para frutas y el envase activo para champiñones.
Proyecto Actipackmeat: envase activo para alargar la vida útil de la carne
Además de su excelente sabor, la carne roja es un alimento capaz de aportar muchos de los nutrientes necesarios para una correcta alimentación. Sin embargo, al tratarse de un alimento natural y por las especiales características de su composición hace que sea un producto de deterioro rápido. Actualmente una vez envasado para su distribución y consumo suele tener una vida útil de aproximadamente unos 6-8 días.
En este sentido, ITENE ha desarrollado una patente de envasado activo para carne roja que extiende hasta 5 días más la vida útil de la carne mediante la modificación de la atmósfera del envase.
Este proyecto pretende cubrir la clara demanda que hay en el mercado relacionada con la necesidad de evitar o al menos ralentizar el rápido deterioro de la carne fresca. El principal objetivo del proyecto consiste en el desarrollo de un envase activo con capacidad antimicrobiana y antioxidante que permita alargar la vida útil de los productos cárnicos hasta los 12 días, lo que supone un 50% más que las soluciones actuales.
Proyecto Easyfruit: envase activo para frutas
La fruta es uno de los alimentos que cada vez evoluciona más hacia esta tendencia ready to eat aunque aún tiene una vida útil muy corta y una alta devolución por deterioro en el mercado. Por ello, se ha convertido en un objeto muy estudiado y está experimentando muchos cambios en su envase.
Un ejemplo de esto es Easyfruit, proyecto desarrollado por ITENE con la colaboración de un gran consorcio de empresas comerciales como: Carrefour, Spektar, Omniform, Cooperativa Rural San Vincente Ferrer de Benaguasil, Slice Fruit y Nofima.
Easyfruit pretende desarrollar un envase activo que alargue la vida útil de la naranja y la piña cortada y pelada, entre 9 y 12 días respectivamente, gracias a tratamientos de mínimo procesado y a la liberación de compuestos activos que entran en contacto directo con la fruta fresca. Estos compuestos activos, actúan sobre los puntos débiles de la vida útil de cada fruta envasada, puesto que cada una de ellas tiene un proceso de deterioro diferente. Así, el envase se desarrolla y se optimiza en función de la fruta que vaya a contener. Además, esta investigación se ha visto como una solución para impulsar el consumo de fruta, sobre todo en aquellos individuos que no la incorporan a su dieta por el hecho de no tener que pelarla.
Proyecto Champipack: envase activo para champiñones
El proceso de envejecimiento de las setas y champiñones frescos y su corta vida útil provocan grandes inconvenientes en la comercialización y exportación de este tipo de producto fresco que se consume principalmente en España.
En este marco, ITENE juntamente con el Centro Nacional de Tecnología y Seguridad Alimentaria, la empresa Eurochamp y Plásticos ALAI y con el apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad y los Fondos Feder dentro del programa INNPACTO 2011, ha desarrollado el estudio Champipack. El objeto de este estudio recae en la elaboración de un envase activo que evite el pardeamiento enzimático de las setas frescas mediante la combinación de tecnologías de pos cosecha, tecnologías del envasado y la alteración de las condiciones de almacenamiento para alargar su vida útil y seguridad.
Los resultados hablan por sí solos y es que este estudio ha logrado prolongar la vida útil de los champiñones y las setas frescas y cortadas entre 5 y 6 días más que el envase convencional y a la larga, permitirá abrir el producto a nuevos mercados nacionales y europeos mejorando todo su proceso productivo.
Límites legales
Las tecnologías de envasado activo aún tienen un desarrollo y aplicación limitados en Europa en comparación con Japón, considerado un mercado maduro; o EE.UU. y Australia, un mercado con tendencias de crecimiento anual positivo. Esta baja aplicación del envase activo en Europa y sobretodo en España, se debe a las exigencias legislativas tanto europeas como nacionales. En los últimos años las Autoridades Públicas han aumentado sus exigencias a las empresas para el adecuado cumplimiento de los requisitos legislativos asociados a los materiales de envase destinados al contacto con alimentos, conscientes de un aumento significativo de las alertas alimentarias detectadas y de los posibles riesgos para la salud. Su utilización está regulada a nivel europeo básicamente por los Reglamentos (CE) Nº 1935/2004 y 450/2009.
Actualmente, hay prevista una actualización legislativa que ampliará la lista comunitaria de materiales activos e inteligentes autorizados por el actual Reglamento (EC) Nº 450/2009 que permitirá una mayor introducción y desarrollo de esos envases en el mercado. Mientras se espera esta reforma, han salido otras referentes a los residuos máximos que pueden contener los envases, modificando los anexos II, III y V del Reglamento (CE) Nº 396/2005 sobre residuos máximos permitidos.
En definitiva, los envases activos todavía tienen que recorrer un largo camino legislativo para poder implementarse con fuerza en el mercado europeo.