Redacción Alabrent
En una exitosa campaña de street marketing, se veía cómo unos amigos que paseaban por Amsterdam encontraban una botella de Heineken sobre un pedestal iluminado. En la chapa, un mini-gps les indicaba un camino a seguir. Los más aventureros, botella en mano, iniciaban la ruta que les iba marcando la botella, entre incrédulos y divertidos. Y el envase, inteligente, los conducía hasta la sede de Heineken para ser recibidos como estrellas por parte de la compañía.
Un smart packaging no sólo sirve para una campaña ocurrente. Puede ahorrar costes, diferenciar claramente un producto de su competencia y combatir el desperdicio alimentario.
En ITENE, el Instituto Tecnológico del Embalaje, Transporte y Logística, trabajan para que los envases inteligentes inunden el lineal. Ya tienen apunto una etiqueta inteligente que indica la frescura del pollo envasado a tiempo real, cambiando de color. Y con un coste muy competitivo. También han desarrollado envases que alargan la vida de la carne roja hasta cinco días y han creado otros smart packagings, como una caja que se ilumina garantizando así que el producto no ha sido manipulado, y que se dirige a sectores como el farmacéutico o el de la perfumería.
Mercedes Hortal, responsable de Sostenibilidad de ITENE, no tiene dudas: "los envases del futuro serán activos, sostenibles económica y medioambientalmente e inteligentes, darán más información y garantías o advertirán de alguna característica del producto y de su estado". El objetivo, recuerda, también es diferenciarse: "tenemos que pensar que nuestro producto debe competir con todos los envases del lineal. Debe ser seguro, cumplir la normativa, facilitar la apertura, e intentar que produzca el mínimo residuo y aporte un valor extra".
Tecnologías que transformarán el packaging
"Si alguien piensa que los envases inteligentes y activos no están llegando, es que está durmiendo. La tecnología avanza y no hay marcha atrás". Así de seguro se muestra Eef de Ferrante, director de AIPIA, una organización mundial que promueve el smart packaging. "Las nuevas tecnologías no sólo van a alterar la función de los envases en el mercado. También van a facilitar más ganancias para el sector con una óptima gestión de la cadena de suministro, la mejora de la seguridad, la protección de marca y la reducción de residuos".
AIPIA avanza que las tecnologías que se van a imponer más rápido en el packaging son las que, junto al móvil, posibilitarán interactuar con el producto: etiquetas y envases que nos darán información, nos conectarán con comentarios de otros consumidores, permitirán el pago rápido vía smartphone, serán garantía de seguridad, compararán precios, etc. Además, apunta Eef de Ferrante, el envase inteligente se perfila como una de las mejores soluciones a dos problemas no resueltos: las falsificaciones y el desperdicio alimentario.
ITENE y AIPIA fueron dos de las entidades que participaron en la TrendPack área de Hispack 2015 con ponencias sobre Smart packaging.