Strade refuerza su parque de maquinaria con Durst

Carlos García, director general y propietario de Strade, llevaba más de quince años dedicándose al mundo de las artes gráficas cuando decidió fundar la empresa en 1992. Fue el año de las Olimpiadas, de la "Expo" de Sevilla y también el año precedente al inicio de una de las crisis económicas más profundas que ha vivido el país desde la llegada de la democracia. Como Carlos García señala "fue todo un reto", que finalmente lograron superar y, ahora, después de veintiséis años trabajando, la empresa afincada en Madrid es una de las más consolidadas del sector.

De izda. a dcha.: Raúl Pérez, responsable de zona de Durst, Carlos García, director general de Strade, David García, responsable de producción de Strade y Rafael Carbonell, director general de Durst Ibérica).

Redacción Alabrent

Fundada, inicialmente, como empresa de producción serigráfica, el salto al digital llegó, para Strade, a finales de la década de los noventa. Tras unos primeros años difíciles y una vez superada la crisis, pronto comenzaron a percibir que los clientes tenían nuevas necesidades y que la tecnología digital daba respuesta a una buena parte de ellas. Rápidamente, el digital demostró que era capaz de ajustarse, como un guante, a la filosofía de la empresa, puesto que la principal ventaja competitiva de Strade era, y sigue siendo, su propuesta de servicios integrales -desde el diseño al montaje-, garantizando un tratamiento personalizado, unos magníficos tiempos de respuesta, que no es infrecuente que se midan en horas, y una excelente calidad. Esta clara orientación al servicio fortaleció su relación con los clientes, creando en muchas ocasiones un vínculo basado en la confianza que, con los años, ha logrado exceder los límites de una mera relación comercial.

Evidentemente, ofrecer la capacidad de respuesta que caracteriza a Strade requiere un parque de maquinaria que les brinde el soporte y la seguridad adecuadas. Poco a poco, a lo largo de los años, Strade ha ido evolucionando sus instalaciones y equipos productivos, procurando anticiparse a las siempre crecientes necesidades de sus clientes. De esta forma, a los pequeños plotters térmicos de base agua les siguieron equipos UV y Latex de mayor entidad hasta que, en 2014, Strade decidió ir un paso más allá y adquirir un equipo de impresión con capacidad realmente industrial. "En aquel momento -señala Carlos García- Durst no era una opción. Conocíamos la calidad de sus máquinas, pero pensábamos que, para nosotros, sería complicado obtener un buen rendimiento de un equipo de esas características. Finalmente, por una serie de circunstancias del destino, decidimos adquirir una Rho 320R y, ahora, estamos enamorados de la marca. Hasta la llegada de esta máquina, habíamos sufrido mucho y la fiabilidad de este equipo cambió radicalmente nuestra perspectiva respecto a qué se puede esperar de una impresora digital”.

La adecuación de los equipos de Durst a la filosofía de empresa de Strade queda de manifiesto cuando Carlos García comenta como desde la adquisición de este equipo roll-to-roll, al que se le sumó, en 2017, una Rho P10 200, Strade ha triplicado su facturación. "Nuestros clientes confían en Strade, hasta el punto de que, en ocasiones, para afrontar nuevos retos, han preferido esperar hasta que nosotros hemos podido ofrecerles esos servicios de forma directa, sin intermediarios", comenta David García, responsable de producción. Los principales trabajos de Strade se centran en la comunicación gráfica para ferias y eventos sobre materiales flexibles, aunque desde que han incorporado la Rho P10 han multiplicado por tres su producción de aplicaciones rígidas. "Nuestra capacidad productiva ha mejorado notablemente pero no buscamos competir en los mercados de volumen sino seguir garantizando a nuestros clientes el nivel de servicio que nos distingue. Hemos apostado por Durst para ofrecer una altísima calidad y ser capaces de asegurar los mejores tiempos de respuesta", añade Carlos García.

Con este objetivo en mente, han instalado recientemente una Rho 512R Plus equipada con cuatro colores, una de las pocas máquinas de 5 m roll-to-roll instaladas en la región. La Rho 512R Plus ofrece una velocidad de producción de hasta 386 m2/h, una resolución de hasta 1200 dpi y numerosas funcionalidades, como impresión doble cara, sistema de corte de mínimo mantenimiento o bobina doble/triple, entre otras. "Nuestro principal objetivo, al adquirir esta nueva máquina, es el de poder ofrecer más servicios a nuestros clientes sin depender de terceros y, por tanto, sin que nuestro nivel de servicio se vea afectado por los tiempos inherentes a la subcontratación. De forma secundaria, también pensamos en la posibilidad de ofrecer soporte a otras empresas del sector que puedan necesitar producir en 5 metros, con máxima calidad, y no dispongan de los equipos necesarios".

Preguntado acerca de los motivos que les llevaron a confiar nuevamente en Durst para esta inversión, Carlos García afirma: “Por supuesto, antes de invertir analizamos toda la oferta disponible y debo decir que estuvimos tentados de adquirir otro equipo más económico, pero finalmente nos decantamos por la seguridad que supone Durst. A una mayor fiabilidad de sus máquinas se suma la capacidad de respuesta técnica de su equipo de asistencia, ante cualquier eventualidad. Ambas cosas son imprescindibles para que nosotros podamos garantizar el nivel de servicio que queremos ofrecer a nuestros clientes”.

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Durst Image Technology Ibérica, S.A

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